Taza de té de cúrcuma de jengibre sobre tabla de madera con ingredientes. Fondo rústico. Comida de invierno saludable
La cúrcuma contiene fibra dietética; vitaminas C, E y K; niacina; sodio, entre otras. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

Infusiones para el hígado: té de cúrcuma para protegerlo y depurarlo

El hígado limpia la sangre y ayuda a la digestión secretando bilis.

17 de febrero de 2022

El hígado es un órgano de un tamaño similar a un balón de fútbol y se encuentra justo debajo de la caja torácica en el lado derecho del abdomen; es esencial para digerir los alimentos y eliminar las sustancias tóxicas del organismo, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Además, los problemas hepáticos pueden ser causados por una variedad de factores que dañan el hígado, como los virus, el consumo de alcohol y la obesidad.

Asimismo, existen muchos tipos de enfermedades hepáticas: causadas por virus como la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C; originadas por drogas, venenos o toxinas, o por ingerir demasiado alcohol. Los ejemplos incluyen enfermedad por hígado graso y cirrosis, cáncer de hígado, enfermedades hereditarias como hemocromatosis, y la enfermedad de Wilson, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Adicional, se explica que los síntomas de la enfermedad hepática puede variar, pero a menudo incluye hinchazón del abdomen y las piernas, tener moretones con facilidad, cambios en el color de las heces y la orina, y piel y ojos amarillentos o ictericia. Además, otros síntomas pueden ser agotamiento, debilidad y pérdida de peso.

Por tal razón, existe la posibilidad de prevenir la enfermedad hepática y de acuerdo con El Universo el té de cúrcuma es bueno para depurar el hígado y protegerlo, ya que “los compuestos de la cúrcuma, llamados curcuminoides (la curcumina, la demetoxicurcumina y la bisdemetoxicurcumina), le otorgan grandes propiedades medicinales a esta especia. Sus aceites volátiles (turmerone, atlantone y zingiberene), proteínas, resinas y azúcares, también contribuyen a su poder sanador. Además, para completar su perfil de ‘reina de las especias’, también contiene fibra dietética, vitaminas C, E y K, niacina, sodio, calcio, potasio, cobre, magnesio, hierro y zinc”, según el grupo Sanitas de España.

El medio señaló que la Escuela de Medicina de Corea del Sur respaldó el uso de cúrcuma para proteger el hígado por sus antioxidantes.

En consecuencia, para obtener los beneficios de la cúrcuma se deben hervir cuatro tazas de agua y se le deben agregar una y media cucharadita de polvo de cúrcuma, una pizca de pimienta negra, un limón y una pizca de jengibre. Posteriormente, se esperan unos minutos y se consume.

De igual forma, la cúrcuma no solo es buena pata el hígado, también es ideal para aliviar el malestar estomacal, por tener propiedades antiinflamatorias. Además, previene la acidez, así como los trastornos digestivos en general, según el Grupo Sanitas.

Otro de los beneficios de los componentes de la cúrcuma son sus propiedades cardioprotectoras. Adicionalmente, previene el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y ayuda a reducir el colesterol malo y los triglicéridos.

Asimismo, la cúrcuma en polvo estimula el sistema nervioso, activa el sistema inmunitario y despierta el estado de ánimo. Además, es ideal para reducir los niveles de estrés, ya que produce un aumento de serotonina. “Por esta razón, es muy utilizada en personas con depresión estacional o emocional, así como con otros trastornos relacionados”, añade Sanitas España.

Sobre la misma línea, Mayo Clinic, indicó que se pueden tomar otras medidas para cuidar el hígado como perder peso si la persona presenta sobrepeso; controlar los niveles de azúcar en la sangre; llevar una dieta saludable con un bajo contenido de sal y rica en frutas, vegetales y granos integrales; no beber alcohol; mantenerse activo físicamente (realizar ejercicio mínimo 30 minutos por día); manejar afecciones médicas como la diabetes o la hipertensión arterial; recibir vacunas contra enfermedades como la hepatitis A y la hepatitis B; reducir sus niveles de colesterol y triglicéridos; tomar los medicamentos como se le indica, así como hablar con el médico sobre las medicinas que toma, incluyendo hierbas, suplementos y medicinas compradas sin necesidad de una receta.