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La vitamina que potencia la visión, reduce el riesgo de ceguera y previene daños en la retina
Este nutriente es clave para mantener los ojos humectados.
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Las vitaminas juegan un papel protagónico en el buen funcionamiento de muchas partes del cuerpo. Su consumo regular ayuda al fortalecimiento y desarrollo normal del organismo y a prevenir diversas afecciones de salud.
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En total son 13 de estos nutrientes que son esenciales para el cuerpo y uno de ellos es la vitamina A. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que esta ayuda a la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas y piel sanos.
Se conoce también como retinol, ya que produce los pigmentos en la retina del ojo. “Esta vitamina favorece la buena vista, especialmente ante la luz tenue”, precisa la citada fuente.
Los expertos explican que el retinol preformado es una forma activa de vitamina A. Se encuentra en los hígados de animales, la leche entera y algunos alimentos fortificados. También se halla como carotenoides provitamina A. Los carotenoides son los pigmentos de las plantas (tintes), cuando el organismo los digiere convierte estos compuestos en vitamina A. Hay más de 500 carotenoides conocidos y uno de ellos es el betacaroteno, que se encuentra, por ejemplo, en la zanahoria.
Como ya se mencionó, la ingesta regular de esta vitamina es clave para cuidar la visión y prevenir afecciones en la retina. La Asociación Americana de Oftalmología precisa que, para ver todo el espectro de luz, el ojo tiene que producir ciertos pigmentos para que la retina funcione correctamente.
Si hay deficiencia de esta vitamina se impide la producción de estos pigmentos, lo que ocasiona ceguera nocturna. Los ojos también necesitan vitamina A para nutrir otras partes, como la córnea y sin suficiente cantidad de este nutriente no se genera la humedad que requieren para mantenerse debidamente lubricados.
De acuerdo con esta Asociación, el principal síntomas de la deficiencia de vitamina A es la pérdida de visión y la ceguera. “La pérdida de visión a menudo comienza como un problema de adaptación para ver en la oscuridad, o ceguera nocturna. Las personas con ceguera nocturna no ven bien en la oscuridad, pero pueden ver normalmente cuando hay suficiente luz”, explica.
Si se agrava la carencia de este nutriente, la conjuntiva, es decir, el recubrimiento de la parte blanca del ojo que ayuda a lubricarlo se seca. Luego aparecen úlceras en la córnea (llagas abiertas) y si no se trata de manera adecuada, con el tiempo esto deriva en pérdida de visión y ceguera total.
¿Qué alimentos contienen vitamina A?
La vitamina A se encuentra tanto en alimentos de origen vegetal como animal. La Biblioteca de Medicina asegura que los alimentos con los niveles más altos de vitamina A incluyen:
- Hígado de res y otras vísceras (estos tienen alto contenido de grasa y colesterol, así que la recomendación es limitar la cantidad que se consume).
- Algunos tipos de pescado como arenque, salmón y aceite de hígado de bacalao
- Huevos
- Productos lácteos como queso y leche fortificada (lo aconsejable es escoger opciones lácteas sin grasa o bajas en grasa)
- Cereales para el desayuno fortificados
- Frutas y verduras de color naranja y amarillo, como zanahorias, patatas dulces, mangos y melón
- Brócoli, espinaca y la mayoría de los vegetales de hoja verde oscuro
De acuerdo con los especialistas, cuanto más profundo o brillante es el color de la fruta u hortaliza, mayor es la cantidad de carotenoides. Estas fuentes vegetales de betacaroteno no tienen grasa ni colesterol y su absorción mejora si estas fuentes se consumen con una pequeña cantidad de grasa.
Las personas que tienen mayor riesgo de enfrentar deficiencia de vitamina A son aquellas que padecen de inflamación intestinal, enfermedades del hígado y el páncreas, han tenido cirugía bariátrica (control de peso) o han realizado dietas severamente restringidas.
¿Por qué es tan importante la nutrición para una buena visión?
De acuerdo con la Dra. Rebecca J. Taylor, una oftalmóloga con sede en Nashville, Tennessee, ciertos nutrientes tienen la capacidad de preservar la salud ocular en términos generales, y se ha observado que algunos incluso reducen el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con los ojos.
Optar por una dieta baja en grasas y rica en frutas, verduras y granos integrales no solo beneficia la salud cardiovascular, sino que también contribuye al bienestar ocular. Esto no resulta sorprendente, ya que los ojos dependen de arterias minúsculas para recibir el suministro de oxígeno y nutrientes, en una manera similar a cómo el corazón confía en arterias de mayor tamaño con el mismo propósito. Preservar la salud de estas arterias pequeñas resultará en un impacto positivo en la salud ocular.
Minerales y nutrientes para la salud ocular
Además de las vitaminas, existen otros minerales y nutrientes esenciales que desempeñan un papel fundamental en la protección de las células oculares contra el estrés oxidativo y en el mantenimiento de las funciones vitales del ojo. Estos nutrientes incluyen Omega-3, zinc y selenio.
Omega-3
Los ácidos grasos omega-3 representan un valioso recurso para mantener la salud ocular. Específicamente, juegan un papel crucial en la prevención de problemas como la sequedad ocular y enfermedades degenerativas del ojo, como la retinopatía y la degeneración macular relacionada con la edad. Investigaciones numerosas respaldan la noción de que el ácido docosahexaenoico (DHA) de la familia de los omega-3 tiene un impacto positivo en el correcto funcionamiento de la retina.
La presencia de Omega-3 se puede encontrar en productos destinados a la salud visual, tales como Ocuvite Complete, además de hallarse en pescados ricos en grasas saludables como la caballa, la sardina y el arenque. De igual manera, semillas de lino y nueces también son fuentes naturales de Omega-3.
Zinc
El zinc actúa como un antioxidante de gran potencia que contribuye a la absorción de la vitamina A en el organismo. Su función protectora es vital para prevenir condiciones tales como la ceguera nocturna, además de enfermedades oculares como la degeneración macular y las cataratas.
La incorporación de zinc se puede lograr a través de suplementos nutricionales como Ocuvite Complete y PreserVision Soft Gels, o a partir de fuentes alimenticias como ostras, carne roja, hígado, levadura de cerveza y chocolate negro.
Selenio
Este mineral actúa como un antioxidante que proporciona protección a las células. Además, desempeña un papel en la facilitación de la absorción de la vitamina E por el cuerpo. El selenio se encuentra presente en alimentos tales como las semillas de girasol, mariscos, atún fresco, sardinas, bacalao y frutos secos.