LE CERRARON LA BOCA A GALAN

Nueva campaña publicitaria de Galán vuelve a ser envidia de sus rivales.

17 de febrero de 1986

O las facciones de Galán se prestan más que las de ningún otro candidato para hacer afiches, o sus asesores de imagen no tienen rival en el país. El hecho es que el nuevo afiche de Galán ha logrado lo que parecía prácticamente imposible: ser igual de bueno al anterior.
El reto no era de poca monta, si se tiene en cuenta que el primer cartel había marcado un hito en la historia de la publicidad política en Colombia. La figura desafiante de Galán, con los crespos al aire, el grito de rebeldía en la boca y la camiseta roja, contribuyó, en proporción no despreciable, a la fenomenal consolidación de su imagen, que en 1982, en escasos seis meses, lo convirtió en la fuerza política individual más grande del país.
El diseño lo había hecho Carlos Duque, caleño, de 38 años, quien por cuenta del mismo pasó a ser de la noche a la mañana el publicista in de Colombia. Duque en el 82 le había encargado a un fotógrafo profesional emprender por todo el país la cacería de la foto que debería inspirar ese primer afiche. Ninguna servía y cuando el fotógrafo, los asesores y el propio Duque comenzaban a darse por vencidos, apareció la imagen que tan afanosamente habían buscado. Un aficionado, más galanista que fotógrafo, envió como obsequio para el candidato la foto providencial, tomada durante una correría por San Gil. Semanas después, esa misma imagen inundaría las paredes y ventanas de todo el país.
El mismo Carlos Duque es el autor del segundo afiche. Estaba radicado desde hace un par de años en el Ecuador, donde era vicepresidente de una agencia de publicidad norteamericana, cuando Galán lo hizo renunciar para que viniera una vez más a manejarle su imagen. En combinación con Maruja Pachón, la cuñada del candidato, han formado el equipo que definió la estrategia publicitaria de esta campaña. El nuevo afiche fue el producto de tres meses de estudios apoyados en encuestas y pruebas de mercado, en los cuales, además del desafío de los electores, hubo que vencer la resistencia de muchos miembros del Nuevo Liberalismo que consideraban difícil y peligroso cambiar el primer afiche que tantos resultados les había dado. Duque decidió basarse otra vez en una foto, pero en esta ocasión no confió en ningún fotógrafo, y él mismo, cámara en mano, iluminó y dirigió la sesión que habría de producir al nuevo caudillo. Aun cuando la técnica fue la de un retrato gráfico dramatizado, el resultado guarda un sorprendente parecido con la materia prima (ver foto).
Inicialmente se pensó en agregar una corbata para establecer el contraste entre el Galán rebelde del 82 y el Galán estadista del 86. Sin embargo, se decidió finalmente que esa prenda lo aburguesaría más de lo conveniente.
El modelo 86 quedó con rasgos más definidos que su antecesor. Su creador quiso pasar así del Galán fogoso al Galán de boca cerrada y ceño fruncido, sereno pero decidido. Del hombre de la batalla al hombre del triunfo. Finalmente se decidió no colocar el nombre de Galán, como prueba del reconocimiento de su imagen. Esto no se había hecho desde el famoso "a la carga" de Gaitán, que tampoco llevaba su nombre. Independientemente de los resultados del próximo certamen electoral, ya ha sido proclamado el ganador del concurso de la propaganda política: Carlos Duque.