O.7 LA CLAVE DE LA SEDUCCION

Una nueva teoría asegura que el secreto del atractivo femenino está en la cifra que resulta al dividir la medida de la cintura por la de la cadera.

14 de octubre de 1996


CONOCER EL SECRETO DEL ATRACTIvo femenino es algo que no sólo preocupa a las mujeres. Los expertos han tratado por años de averiguar qué es lo que hace que un hombre voltee a mirar a una mujer y no a otra. Por frívolo que parezca el tema, la respuesta la dan los investigadores de una nueva disciplina llamada sicofísica. En opinión de los científicos la clave de la seducción tiene más que ver con la biología que con el sex appeal. Y es apenas una cuestión de números lo que hace que Marilyn Monroe, Christie Brinkley y Cindy Crawford hayan sido consideradas símbolos sexuales de sus época. Se trata del factor 0.7.
Para calcularlo basta dividir la medida de la cintura por la de la cadera. Esa curva del talle hace la gran diferencia. Y ese ha sido el cuerpo femenino 'ideal' desde la Venus de Milo o las madonas de Rubens hasta las famosas super modelos actuales. Pero la buena noticia es que, por exigente que parezca, para obtener un 0.7 no se necesita estar en el rango del 90-60-90. En esto las medidas no son tan estrictas, lo que cuenta para que el talle forme la curva que enloquece a los hombres es que la diferencia entre cintura y cadera tenga la proporción ideal. "Prácticamente todas las mujeres se aproximan a esta cífra", asegura el sicofísico Devendra Singh, médico estadounidense de origen indio, profesor de la Universidad de Texas, en Austin.
Luego de varios años de estudio sobre la atracción entre los sexos el profesor Singh encontró que los senos no son tan importantes como parecen. Y así ellos digan que las prefieren rubias o que no pueden resistirse ante un buen par de piernas, la verdad es que es el talle lo que asegura a las mujeres el poder de seducción. "Siempre se ha pensado que los puntos que los hombres miraban del cuerpo femenino eran los senos, las piernas o las nalgas Pero eso es completamente falso", dice el experto. A los hombres se les van los ojos es en la 'curva de oro' y, no importa cuanto mida o pese una mujer, es la proporción que existe entre cintura y cadera el punto que atrae más miradas.
Pero ni los mismos hombres son conscientes de ello. Más que admiración estetica o disfrute visual, detrás de la segunda mirada hay un atávico instinto sexual. Según el doctor Singh, el género masculino siempre ha tenido un compás en el ojo. Detrás de esa preferencia que ha prevalecido durante milenios y que finalmente ha sido traducida a un cálculo matemático, hay una poderosa razón biológica: la procreación: "Nuestros ancestros no poseian los mecanismos para obtener un diagnóstico que les ayudara a escoger a una mujer para tener hijos. Ellos utilizaban una señal visual para hacer su selección. Y esa señal se convirtió en prototipo de belleza femenina =asegura el experto=.
No hay olvidar que, consciente o inconscientemente, el hombre escoge a su pareja para procrear ".
Luego de analizar numerosas investigaciones sobre el atractivo femenino y las medidas de aquellas mujeres que han sido consideradas como símbolos sexuales en distintas épocas, el profesor Singh comprobó que al dividir la medida de la cintura por la de la cadera siempre llegaba al 0.7. Aunque antes varior investigadores médicos habían demostrado que la proporción de la cintura es un factor importante del atractivo femenino, Singh quiso verificarlo y realizó una prueba entre más de 1.000 hombres, entre 18 y 80 años, de diferentes razas, culturas y profesiones. ¿El resultado? Las mujeres de un peso normal cuya proporción entre la cintura y la cadera daba esa cifra eran consideradas las más bellas.
Su estudio echó por tierra la teoría de que los senos eran el símbolo de la fertilidad que más atraía al género masculino. En opinión del especialista esa señal no puede ser emitida porque estos aparecen antes de la pubertad permanecen después de la menopausia, es decir en la etapas en que la mujer no esta apta para procrear. En cambio las curvas son un elemento asociado con la procreación porque las adolescente carecen de ellas y las mujeres maduras tienden a perderlas "La relación entre la cintura la cadera, vista de espalda y de frente, es lo que determina la verdadera diferencia entre lo sexos", asegura Singh.
Lo importante =asegura el investigador= no es el peso sino la repartición de la grasa en el cuerpo. "Cuando la grasa se localiza sobre todo en la parte baja del cuerpo se obtiene la curva de oro " dice el especialista, quien señala que las madonas de Rubens son gordas pero poseen esa misma proporción, al igual que la Venus de Milo, que tiene más de 3.000 años. Lo que esto quiere decir es que el ideal de belleza femenina ha sido el mismo desde las remotas épocas de la diosa Afrodita hasta los tiempos de la muñeca Barbie. "Si se mira a las mujeres que atraen siempre a los hombres y se les compara, todas apuntan a la misma cífra ", señala.
Pero el experto aclara que el 0.7 no es una medida estricta. El rango de la proporción ideal está entre 0.6 y 0. 7. Desde el 0.61 de Marilyn Monroe o el 0.66 de Brigitte Bardot en los años 60 hasta el 0.69 de Cindy Crawford, el 0.71 de Naomi Campbell y el 0.72 de Demi Moore, en los 90. SEMANA estableció la relación de las medidas en algunas de las colombianas más admiradas y esa es la proporción que presentan los esculturales cuerpos de Amparo Grisales 0.67=, Lina María Gaviria =0.67= y Paula Andrea Betancur =0.70=. Según el doctor Singh, la base de la investigación partió de una proporción de 0.7 pero "cualquier mujer que obtenga una cifra comprendida entre 0.6 y 0. 7es perfecta". Este mensaje biológico parecen haberlo conocido las mujeres que desde épocas prehistóricas se ciñen la cintura. Lo tranquilizador es que así se tengan las caderas de La mujer desnuda de Rubens se puede poseer la curva de reloj de arena.
No obstante aunque muchos investigadores están de acuerdo con la fórmula del sicofísico indio, su teoría no ha dejado de tener controversia. Algunos expertos creen que si la gran mayoría de las mujeres están en el grupo del 0.7= son muy raras las que dan una proporción alejada de este rango no puede hablarse de perfección o ideal de belleza. Otros piensan que el atractivo es algo muy subjetivo y una fría cifra no puede ser el único canon de la belleza femenina. Pero lo cierto es que el famoso 0.7 es parte de la respuesta al por qué los hombres voltean a mirar a ciertas mujeres.