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El daño de la piel que provoca el tabaquismo no puede ser revertido. | Foto: Getty Images/iStockphoto

SALUD

¡Ojo! Así afecta el consumo de cigarrillo la salud de la piel

Dejando de fumar se puede evitar que el daño sea peor.

11 de noviembre de 2021

Diferentes entidades de salud han tenido en la mira a lo largo de los años el consumo de tabaco. Parte de las estrategias que se han llevado a cabo con este propósito incluyen campañas como el etiquetado de las cajetillas con los riesgos que implica para la salud o sobre el impacto ambiental que provoca, así como los aumentos en los precios de los productos que contienen nicotina.

Estudios científicos han encontrado que el 70 % de los fumadores manifiesta su intención de abandonar el consumo de tabaco, cerca de un 40 % intenta dejar de fumar cada año y solo un 30 % lo logra con el tratamiento adecuado, según informa el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia.

Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles de la cartera de Salud, explica que es necesario que los ciudadanos identifiquen los comportamientos que podrían maximizar los riesgos en la salud en este momento en el que el mundo atraviesa por la pandemia de covid-19, donde existe una alta relación de letalidad en pacientes con enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares y enfermedad pulmonar obstructiva crónica a causa del consumo de tabaco y busquen ayuda para controlarlos.

Añade que el tabaquismo, “además de ser un factor de riesgo modificable para las enfermedades crónicas no transmisibles, por sí mismo se considera una enfermedad crónica que requiere tratamiento por la dependencia que produce la nicotina contenida en el tabaco o sus derivados. No obstante, es una enfermedad prevenible, tratable y recuperable”.

De acuerdo con la funcionaria, las personas que logran dejar de fumar antes de los 40 años pueden reducir en un 90 % el riesgo de muerte asociada al tabaquismo.

Dejar de fumar es algo que requiere mucho esfuerzo por parte del fumador, pues la dependencia que genera la nicotina puede hacer que la persona recaiga en el tabaquismo o genere ansiedad. Como si no fuesen suficientes los motivos ya descritos para dejar de fumar, hay otro que se suma a la lista: afecta a la salud de la piel y de distintas formas.

Al respecto, el doctor J. Taylor Hays, director del Centro de Dependencia de la Nicotina de Mayo Clinic, indica que fumar “puede acelerar el proceso de envejecimiento normal de la piel, lo que contribuye a la formación de arrugas y otros cambios en el aspecto del rostro”.

Añade que, entre los cambios que genera este hábito se incluyen: patas de gallo, líneas pronunciadas entre las cejas, un cutis dispar, un tono grisáceo en la piel más clara, surcos profundos e hinchazón debajo de los ojos, arrugas alrededor de la boca y labios más finos.

“Cuantos más cigarrillos fumes y cuanto más tiempo fumes, más probabilidades tendrás de desarrollar arrugas y otros cambios relacionados con el envejecimiento en el rostro”, afirma el galeno, no sin dejar de advertir sobre la peligrosa combinación entre fumar y recibir el sol. Para el doctor Hays, hay un mayor riesgo de que se generen arrugas cuando la persona se expone al sol sin protección y fuma a la vez.

Afirma que tanto por la nicotina como por las otras sustancias químicas que se encuentran en los cigarrillos, “los hábitos de fumar y otros factores pueden contribuir a la aparición de arrugas y al envejecimiento prematuro de la piel”, descritos por el director del Centro de Dependencia de la Nicotina de Mayo Clinic a continuación:

  • La nicotina hace que los vasos sanguíneos se achiquen, lo que reduce el flujo de oxígeno y los nutrientes a las células de la piel.
  • Una serie de sustancias químicas desencadena eventos moleculares que cambian o dañan estructuras que son necesarias para la salud y elasticidad de la piel.
  • Entrecerrar los ojos o fruncir los labios en forma repetitiva contribuye a la aparición de líneas alrededor de la boca y los ojos.
  • El calor y el humo no inhalado pueden secar y dañar la superficie de la piel.

Estos mismos factores también pueden derivar en una menor capacidad de la piel para reparar heridas, como cortes o raspaduras, lo que provoca un mayor riesgo de infección y cicatrización de las heridas”, afirma el experto.

Concluye indicando que, si bien el daño de la piel que provoca el tabaquismo no puede ser revertido, el solo hecho de dejar de fumar puede ponerle freno al aceleramiento del problema, evitando que el daño sea peor.