sexualidad

Por qué no funciona

Se acaba de confirmar el fracaso del Viagra en las mujeres. ¿La razón? El cerebro es el principal órgano sexual femenino.

7 de marzo de 2004

Después de ocho años de investigar y de invertir millones de dólares, la compañía farmacéutica Pfizer anunció el viernes de la semana pasada que abandonaría los estudios para probar que el Viagra mejoraba la actividad sexual en las mujeres. ¿La razón? La sexualidad femenina resultó ser mucho más compleja de lo que esperaban.

Los estudios involucraron a 3.000 mujeres que fueron separadas en dos grupos: a unas se les daba sildenafil, la molécula de Viagra y a las otras, un placebo. Las sentaron frente a una pantalla que transmitía videos eróticos y utilizaron una sonda para medir los cambios en el flujo de sangre de sus órganos genitales. Los resultados no fueron concluyentes. Pese a que las mujeres que habían tomado Viagra tenían mayor flujo de sangre y por tanto mayor engordamiento del clítoris que aquellas que recibieron el placebo, éstas no se sintieron más excitadas.

Abandonar el trabajo fue un baldado de agua fría para muchas mujeres que sufren de disfunción sexual y tenían puestas sus esperanzas en el Viagra. No obstante, el estudio arrojó nuevas luces sobre el misterioso campo de la sexualidad femenina. Los resultados, por ejemplo, dejaron en claro algo que ya muchos hombres sospechaban: que en ellas excitación y deseo son territorios independientes, algo que no sucede con los hombres. Para un caballero, el pene erecto es la evidencia más contundente de que está listo para la acción. En el género femenino, sin embargo, los signos visibles de excitación no necesariamente son indicadores de las ganas de tener una relación sexual.

El deseo en las mujeres, según Mitra Boolel, científico que dirigió los estudios, está influenciado por una serie de factores como el ambiente donde se establezca la relación, la calidad de la relación, la seguridad, "lo cual hace pensar que el principal órgano sexual de la mujer es la cabeza", explica. Aunque levantar un pene en posición horizontal requiere un esfuerzo hemodinámico enorme del

organismo, la respuesta cerebral en los hombres es mucho más simple. El hombre ve una mujer desnuda, se excita y resuelve el problema, con ella o sin ella. El mecanismo del deseo en las mujeres es mucho más sensible a factores internos y externos. El llanto del niño, la rabia hacia el esposo, la falta de confianza hacia el hombre, si el ambiente es o no propicio para la relación, todos estos son factores que influyen su deseo. "Para un hombre, el acto sexual solamente es el acto sexual. Mientras que para las mujeres cada relación debe ser una gran conquista ", aclara el sexólogo Alonso Acuña.

Por esto, las mujeres necesitan no sólo de una buena estimulación previa sino de un ambiente propicio para ello, lo que muchas veces debe involucrar estrategias adicionales como ramos de flores, regalos o simplemente endulzar el oído. No en vano los expertos, en tono de broma, hablan del nervio oto-vaginal, aquel que conecta el oído con la vagina. "Es un chiste pero refleja muy bien la importancia que tiene la mente en el deseo femenino", dice Acuña.

La dificultad para sentir ganas es una de las disfunciones sexuales más comunes en las mujeres, según el experto. "Es la etapa previa a la excitación, y si hay problemas allí es grave porque esta es la puerta de entrada a la relación".

A pesar de todo lo anterior no se puede decir que el Viagra en las mujeres haya sido un fracaso rotundo. En algunos casos, como el de mujeres que han perdido su libido después de tomar antidepresivos, se pudo constatar que este medicamento fue una tabla de salvación. En general, las mujeres con problemas vasculares que impiden la normal irrigación de sangre a sus genitales se pueden ver beneficiadas puesto que este es el fuerte del Viagra. Esta droga funciona bloqueando una enzima que inhibe el flujo de sangre y que se encuentra en el tejido del pene y en la región pélvica de las mujeres. No es efectivo cuando se trata de aumentar el deseo en ellas, un asunto que depende más de las hormonas que de la vascularización de los genitales femeninos.

Compañías como Procter and Gamble le están apostando a esta idea y actualmente adelantan estudios con un parche de testosterona, la hormona masculina. Muchos expertos creen que puede mejorar la función sexual en las mujeres. De hecho, los ginecólogos tratan pacientes que reportan baja libido con estos suplementos.

El trabajo de estos ocho años además ayudó a crear nuevas herramientas para el diagnóstico de la disfunción sexual en mujeres. "Pfizer seguirá explorando el tema, pero ya no intentará hacer más estudios para obtener una licencia para Viagra en mujeres", aclaró Diana Guerrero, directora médica del producto en Colombia.

En efecto, Boolel les dijo a los medios que seguirá investigando, pero ahora se enfocará en la mente y la forma como los químicos del cerebro afectan la sexualidad femenina. Este nuevo esfuerzo requerirá no sólo la participación de urólogos y ginecólogos sino de expertos en otros campos de la medicina como la siquiatría y la sicología.

Generalmente, la disfunción sexual se asocia con los hombres, tal vez porque en ellos es mucho más evidente. Sin embargo, son más las mujeres que tienen este problema. Según un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association -Jama-, el 43 por ciento de ellas sufren de desorden de deseo sexual femenino, una condición que se define por la incapacidad para lograr o mantener suficiente excitación. En el caso de los hombres sólo el 31 por ciento de los hombres la padecen. Lo anterior demuestra que investigar soluciones a este problema debe ser una prioridad de los científicos. Lo ideal sería una pastilla para mejorar el deseo o aumentar el nivel hormonal en las mujeres con baja libido. Pero tal vez otra solución, menos costosa y más satisfactoria, sea educar a los hombres para que sean menos engreídos y egoístas y aprendan a ser mejores amantes.