Los hackers atacan a Twitter

Entrar al correo electrónico de una persona es pan comido para los mejores "hackers", y los empleados de Twitter Inc. lo han aprendido de la peor forma.

16 de julio de 2009

Por tercera ocasión en este año la compañía con sede en San Franciso fue víctima de una falla de seguridad. Esta vez, un ciberpirata obtuvo la clave del correo personal de uno de los empleados de la compañía, quizá tan sólo con responder una pregunta de seguridad, que le permitió conseguir documentos confidenciales de la empresa.

Las técnicas que emplean los ciberpiratas subrayan los peligros de una tendencia general promovida por Google Inc. y otras empresas, sobre almacenar más datos en internet en vez de computadoras bajo el control de los usuarios.

Pero esta tendencia a utilizar más la internet para guardar datos, significa que los errores que los empleados cometen en su vida privada también pueden afectar seriamente a sus patrones pues una simple cuenta de correo puede unir dos mundos independientes.

Por ejemplo, si alguien obtiene la contraseña, para ingresar a la cuenta de Gmail de alguna persona no sólo tiene acceso a su correo personal sino a otras aplicaciones de Google que sirven para hacer trabajos en la oficina como hojas de cálculos y presentaciones.

Parte del material que el "hacker" obtuvo de las aplicaciones de Google y publicó en internet resultó ser más vergonzante que comprometedor, como los planos para un nuevo piso en la oficina y una propuesta para un programa de televisión sobre el sitio de internet cada vez más popular.

Twitter dijo que lo más probable es que sólo una cuenta fue violada pues una impresión de una pantalla estaba incluida entre los documentos afectados.

Pero cierta información importante sobre Twitter fue robada sólo con esa cuenta. El "hacker" ha dicho que cuenta con información sobre los salarios de los empleados, números de tarjetas de crédito, currículos de personas interesadas en trabajar con ellos, reportes de juntas y proyecciones de crecimiento.

Por JORDAN ROBERTSON
SAN FRANCISCO (AP)