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El 1 de junio de 2009, el Airbus A330 de la compañía Air France cayó en el océano Atlántico con 216 pasajeros y doce tripulantes a bordo. | Foto: Wikipedia

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Vuelo 447 de Air France: ¿qué pasó con el accidente que dejó 228 víctimas?

Este lunes se conmemoran once años de la fatal caída de la aeronave en el océano Atlántico ¿Qué concluyó la investigación del caso?

1 de junio de 2020

El 1 de junio de 2009, el Airbus A330 de la compañía Air France cayó en el océano Atlántico con 216 pasajeros y doce tripulantes a bordo. El hecho ha sido catalogado como el accidente más trágico de la aerolínea en toda su historia y este lunes se conmemoran once años de ese suceso. SEMANA recopila en qué terminó la investigación de este caso que conmocionó mayormente a Brasil y Francia, puesto que el vuelo 447 cubría la ruta Río de Janeiro-París.

Tras conocerse la fatal caída, las autoridades hicieron una búsqueda en la aguas del archipiélago Fernando de Noronha, donde se creía que había impactado el avión. Sin embargo, ante la complejidad para llegar al sitio, los restos de la aeronave fueron hallados hasta el 6 de junio y solo pudieron ser rescatados unos 150 cuerpos. Ninguno estaba quemado, por lo que se supone murieron por el impacto al caer al mar y no por una posible explosión en el aire.

En un primer avance, la investigación señaló que el accidente se debió al congelamiento de las sondas de Pitot que ayudan a calcular la presión de la nave y miden la velocidad del viento. Cristales de hielo habrían obstruido el funcionamiento de este importante sistema durante la tormenta, lo que provocó que el Airbus A330 ganara altitud y la tripulación tuviera que maniobrar sin piloto automático en unas difíciles condiciones. 

Más adelante, en 2012, la Oficina de Investigación y Análisis para la seguridad de la aviación civil francesa (BEA) señaló en un informe que "la causa directa del accidente fue la pérdida de control de la trayectoria del aparato por la tripulación de conducción". Hay que recordar que en el momento del suceso el capitán no comandaba la nave al encontrarse en su momento de descanso reglamentario, por lo que dos copilatos habían asumido el mando.

Bajo ese concepto, a Air France se le imputaron otras causas indirectas por no tener un personal calificado en pilotaje a altitud elevada. Así como la aerolínea fue señalada de tener "ambigüedad de la clasificación del procedimiento Stall", que determina cómo actuar cuando se pierde la fuerza de sustentación que produce una corriente de aire sobre el avión. "Si la tripulación hubiera comprendido bien la situación, habría podido recuperar la trayectoria", indicó la BEA en su informe.

En 2019, la justicia francesa declaró el sobreseimiento para Air France y Airbus, pues determinó que el siniestro fue responabilidad de los pilotos al no maniobrar correctamente el avión para evitar la caída desde 38.000 pies de altura.

Como lo señala el medio ‘France 24‘, Sébastien Busy —uno de los juristas defensores de las víctimas— manifestó su rechazo al conocer la decisión y aseguró que "los jueces escribieron en blanco y negro que el congelamiento de los sensores de los tubos de pitot no tuvo nada que ver con el accidente. No tiene sentido".