Empleo con sentido social que brinda Corona

En el Urabá antioqueño, donde extensas hectáreas cultivadas con banano fueron, a finales del siglo pasado, escenario de acciones violentas de grupos armados, hoy 13.500 jóvenes transitan por caminos de esperanza. Desde que están en las aulas reciben formación para trabajar y están más preparados para llenar las vacantes que ofrecen las empresas de la zona.

Esta educación orientada al empleo en poblaciones vulnerables forma parte de la labor social desplegada por la Organización Corona y la familia Echavarría Olózaga por medio de la Fundación Corona.

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La Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) replicó este modelo de empleo inclusivo en el que participan también otros 12 socios y aliados. Eso ha permitido articular las políticas de los gobiernos locales, las instituciones educativas, los centros de empleo y las empresas en diferentes territorios del país.

Nuevas Oportunidades de Empleo (NEO) es una de las iniciativas apoyadas por la Fundación Corona. Se dedica a capacitar a los docentes de Urabá para que ellos, a su vez, impartan mejor orientación a sus alumnos y promuevan la vinculación de jóvenes a los centros de empleo. Joel Andrés Mosquera Mazo, de 21 años, oriundo de Turbo, participante en este programa, asegura que haber tomado un curso de manejo de carnes le permitió vincularse a un frigorífico en Currulao, lo cual le ha significado un salto en su vida y en la de su familia. “Esta oportunidad me ha cambiado la vida”, cuenta.

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Otro de los programas de empleo inclusivo se denomina Pacto de Productividad. Aunque también está diseñado para los jóvenes, tiene un énfasis especial en la población en condición de discapacidad. Busca asesorar a las empresas para que hagan un buen proceso de inclusión laboral con personas ciegas, sordociegas o en condición de discapacidad cognitiva, física o psicosocial.

El trabajo se enfoca no solo en apoyar a las personas en condición de discapacidad, sino también al empresario. Es decir, la idea es preparar el ambiente laboral para recibirlos, de manera que todos se vean beneficiados.

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En 2016, el Centro de Empleo de Barranquilla, con la asesoría de la fundación, alcanzó una cifra récord al vincular a 30 personas con discapacidad, y la mayoría está ejerciendo cargos operativos. El principal objetivo es que se preparen para aportar a sus familias y a la sociedad.

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