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Merkel exige límites al espionaje de EE.UU.

La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió de nuevo a EE.UU. de que el trabajo de sus servicios secretos debe atenerse "en suelo alemán a la legislación alemana" y asumió que el asunto le perseguirá hasta el 22 de septiembre, fecha de las elecciones en las que aspira a revalidar su mandato.

19 de julio de 2013

Las preocupación por la crisis del euro pasó a un claro segundo plano en la tradicional rueda de prensa de la canciller antes de las vacaciones de verano, en la que Merkel, a lo largo de una hora y tres cuartos, tuvo que atender a hasta 22 preguntas sobre el espionaje masivo estadounidense.

No tenía respuestas para muchas de ellas porque, dijo, continúa la investigación que realiza su Gobierno en coordinación con las autoridades estadounidenses, pero sí dejó claro su mensaje: "el fin no justifica los medios" y "no todo lo que es técnicamente posible es aceptable".

La Cancillería, que según varios medios alemanes habría conocido la existencia del programa masivo de escucha y almacenamiento de comunicaciones antes de que éste saliera a la luz y se convirtiera en el eje de la polémica, insiste en la necesidad de mantener un equilibrio entre seguridad y lucha contra el terrorismo y protección de la privacidad.

Merkel apostó hoy por consensuar en el seno de la UE normas básicas para la protección de los personales y abogó también por fijar parámetros internacionales: "En Alemania, como en Europa, no rige la ley del más fuerte", recalcó.

La canciller, respaldada por las encuestas y con hasta 17 puntos de ventaja sobre su rival socialdemócrata, Peer Steinbrück, se mostró satisfecha de lo logrado en su segunda legislatura al frente del Ejecutivo en Alemania y también en la UE.

Se han hecho "muchos progresos", aunque todavía no pueda darse por superada, dijo, a modo de balance de una legislatura marcada por su gestión ante la crisis.

Merkel elogió el "esfuerzo común" de los países de la zona euro y la reducción "notable" de los déficit públicos nacionales y presentó como un logro el que haya cedido la presión sobre los intereses que pagan por su deuda los países con más problemas.

Como ayer hizo en Atenas su ministro de Finanzas, la canciller descartó la posibilidad de una nueva quita de la deuda soberana griega, decisión que generaría incertidumbre y pondría en peligro las reformas llevadas a cabo en Europa.

Reconoció también que tardó en darse cuenta de las dificultades financieras de la banca en Europa y que hace cuatro años no creía necesario un supervisor bancario común.

Y para reafirmar su compromiso con el euro, repitió la frase que pronuncia siempre que debe defender la gestión europea de su Gobierno: "A Alemania solo le van bien las cosas si también le va bien al conjunto de Europa".

Merkel se mostró relajada ante los más de doscientos periodistas asistentes a su rueda de prensa y no dudó en manifestar que su gobierno es el mejor que ha tenido Alemania "desde la reunificación" (1990).

Su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), encabeza todas las encuestas y hoy volvió a apostar por reeditar su coalición con el Partido Liberal (FDP), formación a la que los sondeos colocan en la cuerda floja del 5 %, mínimo para obtener escaños.

La canciller suscitó en varios momentos las risas de los periodistas durante la larga rueda de prensa, como cuando un corresponsal italiano inquirió por los motivos de su reciente reunión con el alcalde de Florencia, Matteo Renzi, cuyo nombre se barajó junto al de Enrico Letta para dirigir el Gobierno italiano.

"Pensé que no sería nada malo conocer a un italiano más. Además Florencia es una bella ciudad", señaló tras asegurar que habla a menudo con Letta y que mantiene una "muy buena relación" con el primer ministro italiano.

EFE/D.com