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Winston Churchill en 1943. Crédito: N/B B/W AppleMark.

Historia

Los grandes discursos de Churchill

El político británico recibió un Premio Nobel de Literatura por su “brillante oratoria en defensa de los valores humanos”. Recordamos algunas de sus mejores declaraciones antes del estreno de la película ‘Churchill’, el 17 de agosto.

Ana Gutiérrez
16 de agosto de 2017

Winston Churchill cambió el destino de la historia. El soldado, escritor, periodista, prisionero de guerra y nieto del duque de Marlborough fue Primer Ministro del Reino Unido durante nueve años que incluyeron los más cruentos de la Segunda Guerra Mundial. Por su imperturbable comportamiento, liderazgo firme y elocuentes discursos, se convirtió en un símbolo de la compostura británica, además de un ícono político.

Ha sido señalado como una referencia e inspiración por múltiples mandatarios, entre ellos el exalcalde de Londres Boris Johnson, quien escribió la biografía El factor Churchill dentro de la cual asegura que Churchill cambió el curso de la historia. Entre las anécdotas que recuenta Johnson está una que afirma que con un discurso tan conmovedor como firme convenció a su gabinete a decidir entrar en la guerra contra la Alemania nazi.

Su capacidad de comunicación era tal que “por su dominio de la descripción histórica y biográfica, así como su brillante oratoria en defensa de los valores humanos”, Churchill recibió un Premio Nobel de Literatura en 1953.

Una nueva película biográfica, titulada Churchill, retrata la genialidad, la fuerza de voluntad y el increíble don para las palabras que tenía el mandatario británico. Antes del estreno del largometraje, el 17 de agosto, compartimos algunos de los discursos más brillantes del mandatario más famoso del Reino Unido.

“Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor” (1940)

El 13 de mayo de 1940 Churchill recién había asumido el cargo de Primer Ministro, al tiempo que se intensificaba la Segunda Guerra Mundial y los aliados acumulaban derrotas. Con sus palabras le aseguró al pueblo que lo eligió que estaba determinado a librar la batalla con todas los recursos posibles.

"Nunca nos rendiremos" (1940)

Tras la evacuación de más de 300.000 soldados británicos de Dunkerque, Francia, donde estaban rodeados de los nazis, Churchill celebró el esfuerzo civil y militar por rescatarlos con un discurso magistral. También recordó el espíritu de lucha del pueblo británico, capaces de pelear hasta el último aliento.

“Nunca tantos le han debido tanto a tan pocos” (1940)

Churchill le estaba dando las gracias a la Real Fuerza Aérea Británica (RAF) tras su sorprendente victoria sobre la Luftwaffe alemana en la Batalla de Inglaterra. El conflicto aéreo se libró durante meses para prevenir la invasión alemana de la Gran Bretaña y, luego, si lograban tomar la isla como base, el mundo.

“Ahora somos maestros de nuestro destino” (1941)

Churchill, entonces Primer Ministro del Reino Unido, pronunció estas palabras frente al congreso de los Estados Unidos justo después de la entrada de ese país a la Segunda Guerra Mundial, que inició en 1939. Solo unas semanas antes ocurrió el ataque japonés contra Pearl Harbor, Hawái, incidente que motivó a Estados Unidos a entrar al conflicto.

"Cortina de Hierro" (1946)

Hablando en Westminster College en Missouri, Estados Unidos, Churchill afianzó la idea de una barrera política e ideológica que dividía a los estados comunistas encabezados por la Unión Soviética y los estados capitalistas liderados por Estados Unidos. La cortina se “erigió” tras el final de la Segunda Guerra Mundial y estuvo “en pie” hasta 1989.