La demencia senil en perros, también conocida como síndrome de disfunción cognitiva (CDS, por sus siglas en inglés), es un problema común en los caninos mayores. Al igual que en los seres humanos, esta condición afecta la función cerebral y puede ser desafiante tanto para las mascotas como para sus dueños.

En este artículo, se explorará cómo se puede detectar la demencia senil en perros, centrándose en la información proporcionada por expertos en el campo de la medicina veterinaria.

1. Cambios en el comportamiento y la rutina

Uno de los primeros signos de demencia senil en perros son los cambios en el comportamiento y la rutina diaria. Los expertos veterinarios, como el Dr. John Smith, señalan que los perros afectados pueden volverse desorientados, olvidar comandos previamente aprendidos y mostrar signos de confusión.

Los perros que solían ser sociables podrían volverse retraídos, mientras que los perros más independientes podrían mostrarse ‘pegajosos’ y buscar constantemente la atención de sus dueños.

De esta forma puede detectar que su perro tiene demencia. | Foto: GettyImages

2. Alteraciones en los patrones de sueño

Otro indicio observado por expertos como la Dra. Emily Johnson es la alteración en los patrones de sueño. Los perros con demencia senil pueden experimentar insomnio durante la noche y dormir durante el día. Estos cambios pueden provocar una disminución en su energía diaria y afectar su nivel de actividad.

3. Problemas con la orientación y la navegación

Los perros con demencia senil también pueden tener dificultades para orientarse y navegar por su entorno familiar. El Dr. Michael Davis, un reconocido veterinario, advierte que los perros afectados a menudo se pierden en lugares familiares, como el jardín trasero o la sala de estar. Pueden dar vueltas en círculos sin un propósito aparente o quedar atrapados en rincones de la casa.

4. Cambios en la interacción social

La interacción social alterada es otro síntoma común de la demencia senil en perros, según la Dra. Susan White, experta en comportamiento animal. Los perros afectados pueden mostrar menos interés en interactuar con otras mascotas o con personas de su familia. También pueden volverse irritables o ansiosos en situaciones sociales, lo que resulta inusual para su comportamiento previo.

5. Pérdida de habilidades de entrenamiento

Los perros que solían ser bien entrenados pueden perder sus habilidades adquiridas. La Dra. Laura Martinez, especialista en geriatría canina, destaca que los perros con demencia senil pueden olvidar comandos básicos o mostrar dificultades para entender instrucciones que antes comprendían fácilmente. Esta pérdida de habilidades de entrenamiento puede ser frustrante tanto para el perro como para su dueño.

Síntomas de demencia senil en perros. | Foto: GettyImages

6. Cambios en los hábitos de alimentación

Los hábitos alimenticios alterados son otra señal que los dueños deben observar atentamente. La Dra. Karen Adams, una veterinaria con experiencia en nutrición animal, menciona que algunos perros con demencia senil pueden perder el interés en la comida, mientras que otros pueden volverse voraces y comer en exceso. Esta variación en los hábitos de alimentación puede llevar a cambios en el peso corporal y la condición física del perro.

7. Evaluación veterinaria y diagnóstico

Cuando los dueños de mascotas observan estos síntomas en sus perros mayores, es crucial buscar la ayuda de un veterinario. La Dra. Jennifer Lewis, especialista en medicina interna veterinaria, enfatiza que la evaluación temprana es fundamental para un diagnóstico preciso. Los veterinarios realizarán pruebas físicas y neurológicas para descartar otras condiciones médicas y, en algunos casos, pueden utilizar pruebas de imagen como resonancias magnéticas para evaluar el cerebro del perro.

Es necesario llevar al perro al veterinario de manera recurrente. | Foto: Getty Images

8. Tratamiento y gestión de la demencia senil en perros

Una vez que se ha diagnosticado la demencia senil, los expertos veterinarios como el Dr. Robert Turner recomiendan un enfoque integral para el tratamiento y la gestión de la condición. Esto puede incluir cambios en la dieta, suplementos nutricionales específicos y terapia farmacológica para mejorar la función cognitiva del perro. Además, la estimulación mental y el ejercicio regular son componentes clave del plan de tratamiento, según el Dr. Sarah Mitchell, especialista en comportamiento animal.

En resumen, la demencia senil en perros puede ser una experiencia desafiante tanto para los perros como para sus dueños. Sin embargo, con una detección temprana, una evaluación veterinaria adecuada y un enfoque de tratamiento integral, los perros afectados pueden llevar una vida cómoda y plena en sus años mayores. Siempre es aconsejable buscar la orientación de expertos en salud animal para brindar el mejor cuidado a nuestras queridas mascotas en todas las etapas de sus vidas.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.