Descubrir una infidelidad de la persona a quien se le ha depositado entera confianza o con la cual se espera compartir la vida, puede despertar un ‘gran dolor’, independientemente del tiempo en pareja. Bien sea en un noviazgo o matrimonio, pasar por esa clase de traición genera, según especialistas, varias grietas.

Cada persona libra su proceso de ‘duelo’ en forma distinta para intentar superar el episodio y perdonar, de corazón, al otro. No siempre resulta ‘sencillo’ y los tiempos varían entre un individuo y otro, algo dependiente tanto al tipo de daños, lapso de relación o el tercero en disputa.

Algunos buscan refugio en la oración cuando pasan por infidelidad. | Foto: Cortesía Autor Anónimo

En el intento de retomar la vida, a pesar de las heridas, muchos buscan dedicar más tiempo a sus actividades predilectas, enfocarse en el trabajo o encontrarse con amigos. Pero también están aquellos quienes encuentran refugio en la oración. La siguiente plegaria fue compartida en el portal Arcoíris de Promesas, cuya fundadora es Lidia.

Oración para perdonar una infidelidad

Señor, reconozco que estoy herida de mi alma y solo tú puedes traer sanidad donde

he sido lastimado (a). Mi esposo (a) me ha sido infiel y me siento con enojo, rechazo y humillación.

Perdono a mi esposo y a (aquí se nombra a la tercera persona). No cargo más con ellos

y te los entrego a ti, Señor, para que obres en sus corazones conforme a tu voluntad.

Oración para superar una traición. | Foto: Getty Images

Te pido perdón por haberlos juzgado y dejar que el dolor y las heridas controlaran mis

pensamientos, palabras y acciones. Recibo tu perdón, mi Dios. Y de ese mismo perdón

que tú me extiendes lo aplico a mi vida y me perdono por haber permitido que ese dolor

permaneciera en mí, alterando mi vida y relación con mi esposo (a).

Señor Jesús, yo te entrego el dolor, el enojo (se mencionan otros sentimientos). Declaro que

no forman parte de mí. Te entrego mis heridas para que tú las sanes y pido que restaures

mi corazón. Rompo todo acuerdo o atadura con la maldad, y me declaro libre por tu

sacrificio y la sangre que derramaste por mí en la cruz. Gracias, Señor, hoy recibo paz en mi

corazón y alivio para mi alma. Recibo la libertad que tú me das. Gracias por darme tu amor;

lo tomo y aplico a mi corazón. Espíritu Santo, consuélame entre tanto que avanzo en este

proceso de sanidad. Toma mi mano fuertemente para que cuando caiga tú seas quien me levante.

En el nombre de Jesús. Amén.

Mediante la oración se suelen decir las preocupaciones de vida que cada quien tiene. | Foto: sdominick