El huevo es una de las proteínas más reconocidas, económicas y saludables. Es un alimento con un importante aporte nutricional, pues es una buena fuente de ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales que lo convierten en un alimento que no debería faltar en la dieta.
Si bien existen muchos mitos alrededor de su consumo regular, lo cierto es si se prepara de manera saludable es apto para ingerir de manera frecuente.
La revista Mejor con Salud indica que este es un alimento beneficioso para la salud, si se consume de manera moderada y responsable. Es especialmente recomendado para deportistas, mujeres embarazadas y adultos de la tercera edad.
Dentro de los beneficios que se le atribuyen están, entre otros, que aporta energía, gracias a sus proteínas y grasas saludables. De otra parte, ayudaría a conservar la salud del corazón. Esto se debe a la colina que posee el este producto que contribuye a reducir los niveles de homocisteína en la sangre, un aminoácido que en exceso tiene afectaciones en los vasos sanguíneos.
De igual forma, las vitaminas, minerales y ácidos grasos omega-3 ayudarían a proteger el corazón, reduciendo el riesgo de sufrir ataques cardíacos y derrames cerebrales.
También es rico en vitamina D que ayuda en el fortalecimiento de la estructura ósea y contiene dos antioxidantes llamados leutin y zeaxantina, que se relacionan con la protección de la vista contra el daño que producen los rayos ultravioleta.
Sin embargo, es importante prestar atención a la forma en que se conservan, pues lo ideal es que se mantengan frescos con el fin de evitar efectos negativos en el organismo.
Muchas veces se escucha decir que son productos que no deberían meterse en la nevera, pero lo cierto es que allí pueden mantenerse frescos por más tiempo.
Conservación
Una de las razones que da el portal Directo al Paladar es que la cáscara de huevo es muy porosa y esos microscópicos poros permiten el intercambio gaseoso con el interior y también hacen que el huevo fresco sea muy sensible a cualquier elemento del exterior.
Mantenerlos en la nevera ayuda a preservarlos por más tiempo. Sin embargo, lo ideal es no dejarlos en la puerta, pues son productos muy sensibles y en este lugar están expuestos a cambios constantes de temperatura, además de ser la zona que más está en contacto con el calor exterior.
El mencionado sitio web asegura que los huevos deben refrigerarse inmediatamente tras la compra y nunca se deben lavar antes de guardarlos, pues se destruye la membrana protectora que tiene en la cáscara y se podría favorecer la acumulación de humedad. De igual forma, un huevo roto o agrietado debe desecharse y comprobar que no ha contaminado a los demás.
Si están manchados o sucios con tierra o plumas, se pueden cepillar o frotarse de manera suave y en seco con un estropajo delicado. Lo ideal es mantenerlos en su propio envase, no es necesario adquirir un recipiente adicional.
Cuánto se conservan en la nevera
En el caso de los huevos crudos, si se mantienen a una temperatura constante de alrededor de 4°C, pueden conservarse de manera segura durante aproximadamente tres a cinco semanas desde la fecha de compra. Es importante asegurarse de que los huevos estén en buen estado y no tengan grietas en la cáscara antes de usarlos.
Por el contrario, si están cocinados, es posible almacenarlos sin pelar durante aproximadamente una semana. Sin embargo, es recomendable consumirlos lo antes posible para mantener su calidad y frescura y evitar cualquier tipo de malestar en el organismo.