Las libélulas son insectos con un cuerpo alargado y diversidad de colores que resultan muy atractivos. Muchas veces su presencia cerca o dentro de las casas llama la atención e incluso pueden generar gran armonía, ya que tienen un significado espiritual que es probable muchas personas desconozcan.
Se dice que cuando estos animales aparecen pueden tener diferentes significados, dependiendo de las culturas y creencias. Sin embargo, es muy común que se asocien con la transformación, adaptabilidad y renovación. De acuerdo con una publicación de la revista Glamour, se cree que estos insectos representan la capacidad de superar obstáculos y alcanzar la libertad.
También hay quienes consideran que la presencia de una libélula puede ser un recordatorio para vivir en el presente y aprovechar al máximo cada momento. Además, suelen ser vistas como símbolos de buena suerte y cosas positivas.
El portal Consultorio Esotérico indica que la presencia de uno de estos animales en la casa se relaciona con buenos presagios relacionados con el éxito, la prosperidad y la felicidad.
Para la filosofía china del Feng Shui, si se observa una libélula en la casa, se cree que las personas de ese hogar pueden alcanzar la buena fortuna. De hecho, de acuerdo con esta creencia, es recomendable tener un cuadro o una pieza con forma de este animal en la vivienda o en el trabajo para atraer esa energía positiva.
En esta práctica, se dice que cuando estos insectos se posan en el brazo o revolotean alrededor de una persona, esta recibirá buenas noticias. Incluso, solo verlas volando cerca, significa que algo bueno va a cruzarse en el camino.
Acerca de las libélulas
El portal Mis Animales indica que las libélulas son de los insectos que más han fascinado y despertado la curiosidad de los seres humanos. Precisamente, una de las razones es que son protagonistas de numerosos mitos, creencias e historias que, desde hace muchos siglos, habitan en el imaginario popular.
Explica que se conoce con el nombre de libélulas a todos los integrantes del orden Odonata. Es un grupo que cuenta con alrededor de 3.105 especies, las cuales están distribuidas en 11 familias y 448 géneros.
Estos insectos son depredadores carnívoros, lo que ayuda a controlar de forma natural la población de mosquitos y otros invertebrados. Pueden ser pequeñas, pero son cazadoras que se posicionan en lo más alto de la cadena alimentaria entre los insectos. Gracias a su agilidad y las pelusas de sus patas, atrapan a este tipo de animales durante su vuelo.
Se dice que al igual que los adultos, las ninfas de libélulas son depredadoras voraces. Sus presas incluyen organismos acuáticos más pequeños. Además, poseen un aparato bucal complejo y órganos sensoriales que les permiten percibir los estímulos del entorno.
“El rol que desempeñan las libélulas en su ecosistema es de gran ayuda porque, al ser sensibles a los cambios del medio terrestre y sobre todo acuático, algunos científicos opinan que pueden servir de indicadores de la salud ambiental debido a su exposición a distintos contaminantes”, precisa la citada fuente.