Los colombianos consumen a diario, sin darse cuenta, un ‘veneno’ que poco a poco va deteriorando su salud y que los puede llevar incluso a la muerte: el aire contaminado por desechos nocivos.

Así quedó en evidencia durante un debate de control político realizado en la Comisión Sexta de la Cámara, donde el Instituto Nacional de Salud reveló cifras preocupantes.

De acuerdo con la entidad, adscrita al Ministerio de Salud, 15.681 muertes al año en Colombia son asociadas a la mala calidad del aire.

“Con base en las afirmaciones del presidente Petro de convertir a Colombia en una potencia mundial de la vida, nos tiene que interesar la problemática de la calidad del aire”, aseguró el representante Daniel Carvalho, citante del debate.

El congresista también dio un panorama económico frente a esta problemática: “Como a mucha gente no le duele lo ambiental o no le duele la vida, también hay una cifra en términos económicos: se estima que el impacto de la mala calidad del aire en Colombia puede ascender a 12,2 billones de pesos anuales, el equivalente a media reforma tributaria al año o a 1,5 % del PIB”, puntualizó.

Según el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, la movilidad y el problema ambiental causado por el transporte “se soluciona al crear una cultura del uso de los medios masivos” y señaló que en el ministerio han hecho “obligatorio que, en todos los proyectos que tengan que ver con los sistemas de transporte multimodal, se garanticen todos los componentes ambientales”, aseguró Reyes.

Para la ministra de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, la problemática de calidad del aire en ciudades capitales del país se debe abordar desde varias carteras: “El gobierno debe asumir la responsabilidad de un problema serio que afecta a sujetos vulnerables como niños, niñas, adultos mayores y mujeres embarazadas. El Estado debe informar a la ciudadanía la calidad del aire en sus regiones, principalmente porque debe garantizar el derecho a la salud”, afirmó.

La ministra Muhamad se comprometió a construir colectivamente un Plan de Desarrollo con metas claras y ambiciosas, y lograr que la solución a la calidad del aire sea abordada integralmente.