El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió una ola de aplausos durante su presencia en la Daytona 500, la prestigiosa carrera de la Nascar celebrada este domingo,16 de febrero.
Esta es la segunda ocasión Trump asiste a este evento en calidad de presidente, luego de haber participado en 2020, cuando aún buscaba la reelección.
Trump fue visto saludando mientras sonaba el himno nacional, en medio del entusiasmo de los asistentes.
Su aparición en la carrera reafirma la conexión que ha mantenido con el público de Nascar, un deporte que el mandatario anteriormente ha elogiado en el pasado por la valentía y determinación de sus pilotos.
De la Daytona 500 al Super Bowl: una semana de ovaciones
El respaldo a Trump no solo se limitó al mundo del automovilismo. Apenas unos días antes, el expresidente hizo historia al convertirse en el primer mandatario en funciones en asistir al Super Bowl, donde también recibió ovaciones de la multitud.
Su presencia en estos eventos deportivos ha generado una gran respuesta por parte de sus seguidores, consolidando su imagen entre sectores del público que lo apoyan.
Un historial de líderes en la carrera
Si bien Trump no es el primer presidente en servir como gran mariscal de la Daytona 500, sí fue el primero en liderar el coche de seguridad antes del inicio de la competencia.
En 2020 tuvo el honor de dar la icónica orden de “enciendan sus motores”, un momento clave en la tradición de Nascar.
Otros mandatarios que han sido parte del evento incluyen a George H. W. Bush en 1978, antes de asumir la Presidencia, y George W. Bush en 2004.
Sin embargo, la llegada de Trump a la pista en “La Bestia”, el vehículo presidencial, marcó un hito en la historia de la competencia este domingo.
“Nuestro país está volviendo a estar bien”
Acompañado por su nieta, Trump destacó la importancia de la unidad y el optimismo durante su participación en la Daytona 500.
En una entrevista con Fox News, aseguró que “el país está recuperando su ánimo” y que el entusiasmo es evidente en todos los rincones de Estados Unidos.
La conexión del expresidente con el mundo del deporte sigue siendo un factor clave en su imagen pública, consolidando su presencia en eventos masivos y manteniendo su influencia en la arena política y social del país.