Llegó la primera para Colombia en Tokio 2020. Después de una gran presentación, Luis Javier Mosquera le dio al país la medalla de plata en los Juegos Olímpicos. Sin importar nada, el vallecaucano luchó con cada disco hasta el final para lograr levantar su segunda presea en la justa multideportiva.

“Más que una tendencia, quiero dejar el legado de que los sueños sí se pueden cumplir, siempre y cuando creas en Dios y en tu talento”, expresó Mosquera en un video del Comité Olímpico Colombiano. Además, aprovechó para enviarle un mensaje a las personas que siguen sus pasos: “A todos esos niños que vienen atrás como yo un día lo hice, que veía a Mariana Pajón, Caterine Ibargüen, Diego Salazar, Óscar Figueroa, yo decía que algún día iba a lograr mi sueño olímpico y ustedes también lo pueden lograr”.

Uno de sus momentos más difíciles no llegó por una derrota o una lesión, sino por la muerte de su padre. Por eso, esta fue una oportunidad para hacerle un tributo a él. “Me considero una persona muy enfocada en lo que quiero, y ese legado lo tengo desde mi papá, la verdad [es] que si él estuviera vivo, estaría muy orgulloso de ver en lo que me convertí”.

“Él tenía el sueño de que yo fuera a Juegos Olímpicos, y le di dos medallas, si yo lo logré, muchos niños, jóvenes e incluso deportistas que están supuestamente viejos, lo pueden lograr”, agregó el medallista olímpico.

Además, Luis Javier Mosquero contó lo que le sucede a muchos deportistas a lo largo de sus carreras: “Siempre me quedé callado, no me gusta la polémica ni hablar de los demás, me sentí atacado por muchos colombianos, pero así es esto. Así es la vida. Estaba enfocado en conseguir la medalla, pero desafortunadamente mis compañeros no pudieron venir. Si ellos hubieran estado, le hubieran dado muchas alegrías más al país”.

“Muchas veces me sentí que no era medallista olímpico porque no había vivido esto, pero ahorita lo logré y no hay palabras para expresar. Es un esfuerzo de muchos años que se está viendo reflejado”, expresó sobre su nuevo triunfo en los Juegos Olímpicos.

Cabe recordar que en Río 2016, el atleta de 26 años se quedó con la medalla de bronce una vez terminados los Juegos Olímpicos, después de que Izzat Artykov diera positivo en las pruebas antidoping. Antes de salir a competencia, Luis Javier Mosquera dijo que esperaba “superar lo de Río”, y sí que lo logró.

La halterofilia es el deporte que más medallas le ha dado a Colombia en los Juegos Olímpicos, con un total de nueve, de las cuales dos son de oro: María Isabel Urrutia (69 - 75 kg) en Sídney 2000 y Óscar Figueroa (62 kg) en Río 2016.

Además de la de oro, Óscar Figueroa se quedó con la de plata en Londres 2012 en la misma categoría. Los otros colombianos que se bañaron de plata son Diego Salazar (62 kg) en Pekín 2008 y Leidy Solís (69 kg) en Pekín 2008. Y ahora hay que sumar la de Luis Javier Mosquera en Tokio 2020.

En cuanto al bronce, además de la medalla de Mosquera en Río 2016, en la rama femenina Mabel Mosquera (53 kg) y Ubaldina Valoyes (69 kg) se quedaron con el tercer lugar en Atenas 2004 y Londres 2012, respectivamente.

Para estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, los otros participantes en halterofilia son Mercedes Pérez en 64 kg femenino, y Santiago Rodallega en 81 kg masculino.

Así fue la competencia

En el arranque, Mosquera debutó con 145 kilos y 175 en envión. El ganador del oro, el chino Lijun Chen inició con 175 en arranque y 178 en envión. En el primer intento, el colombiano levantó 148 kilos en el arranque y Chen alzó 145 kg.

Mosquera fue tomando confianza y se le midió a los 151 kg, pero el segundo intento fue fallido. En el tercero se desquitó y empezó a liderar la tabla de posiciones por encima de los 150 kilos del pakistaní, Talhja Tabit y en tercera casilla estaba Han Myeongmok de Corea del Sur con 137 kg.

Seis kilos más que su rival chino tuvo Luis Javier Mosquera en el envión, levantando 175 en el primer intento. En el segundo intento el deportista del Valle fue por 180 kilos, sin éxito, y en el último sus manos no lograron sostener la palanqueta y la dejó caer antes de tiempo, sin embargo, los jueces autorizaron el movimiento de los 180 kilos y sumó 331 el total. Cuando Colombia soñaba con el oro, el chino sorprendió y sumó 332 kilos para quedarse con el metal más preciado.