Uno de los datos que más sorprendió cuando el Dane dio a conocer cómo se comportó la economía en 2023 fue la estrepitosa caída de la inversión, la cual retrocedió a niveles del año 2010 (aislando la pandemia). La misma entidad estadística señaló que la formación bruta de capital (medida que representa el valor total de la inversión en activos físicos nuevos o la reposición de activos existentes en una economía) pasó de crecer 16 por ciento entre 2021 y 2022 a descender 24,8 por ciento entre 2022 y 2023. El problema es que en el frente de la inversión la angustia no solo está en lo que ya pasó, sino en lo que puede venir, dado que, a ojos de los analistas, el Gobierno no ha dado mensajes contundentes de confianza al sector privado que permitan que la inversión se reactive.

De hecho, que la inversión se mantenga en terreno negativo es el mayor riesgo para una economía que aún está débil. Los analistas encuestados indican que malas cifras en este campo pueden llevar a que el crecimiento en el mediano plazo sea bajo, con las implicaciones negativas que eso tendría para las finanzas públicas, el mercado laboral y el bienestar de los hogares.

Además, Andrés Herrera, vicepresidente de Inversiones de Colfondos, indica que hay una carencia de catalizadores para recuperar la inversión en los próximos años, “a lo que se le suman reformas que invitan a frenarla”.

¿Cuál será la principal amenaza para la economía colombiana al cierre de 2024?

1. Que la inversión siga en terreno negativo.

2. Que se incumpla la regla fiscal.

3. Que se aprueben las reformas económicas tal como han sido planteadas por el gobierno Petro.

4. Que el país vuelva a crecer menos de 1 por ciento.

5. Que aumente la incertidumbre política interna y afecte los activos colombianos.

6. Que la inflación vuelva a subir o se quede alta.

7. Que la FED no baje sus tasas de interés.

8. Que el fenómeno de El Niño sea más fuerte de lo esperado.

9. Que recrudezca la guerra en Oriente Medio.

10. Que Donald Trump vuelva a ser presidente de Estados Unidos.

El incumplimiento de la regla fiscal es otro de los grandes riesgos que enfrenta este año la economía nacional. | Foto: Getty Images

Un ambiente poco favorable

Pese a que la economía se mueve por hechos ciertos, también tiene entre sus motores las expectativas y la confianza, dos indicadores subjetivos que se encuentran detrás de la caída de la inversión. Por este motivo, los expertos consideran que para que este indicador mejore se requiere enviar las señales adecuadas.

“La inversión seguirá limitada por cuenta de un entorno complejo para la misma, con altas tasas de interés, débil crecimiento y amplia incertidumbre proveniente del Gobierno. Sectores como la construcción seguirán afectados por cuenta de un enfoque del Gobierno hacia proyectos de menor impacto o incluso por simple falta de ejecución, mientras en el componente privado (vivienda y edificaciones) los inventarios por vender seguirán jugando en contra del sector”, señala Camilo Pérez, director de Investigaciones Económicas y Análisis de Mercados del Banco de Bogotá.

Igualmente, Carolina Monzón, gerente de Investigaciones Económicas de Itaú Colombia, coincide en que es muy factible una nueva contracción de la inversión en 2024, no solo por el escenario de incertidumbre que hay en varios sectores, sino también por una tasa de interés que seguirá siendo contractiva, castigando los proyectos de inversión. Los optimistas piensan que la inversión podría repuntar por un efecto base (tras el derrumbe del año pasado) y por una expectativa de mayor gasto público en sectores clave como infraestructura.