El arroz no es solo un cultivo. Es el alimento diario de millones de familias y fuente de empleo rural. El cultivo es uno de los más subsidiados en el mundo, pero en Colombia, por el contrario, se toman medidas que afectan a los productores que, en su mayoría, son pequeños.
Países como China e India tienen subsidiado el 53 % de la producción, pero en Colombia, quitaron hasta el incentivo al almacenamiento, lo que, de hecho, les pasó factura en la reciente cosecha, que tuvo grandes cifras en producción, lo que impactó el precio al punto en el cual, los agricultores iban a pérdida. Peor aún, los pronósticos de precios evidencia que seguirá la tendencia a la baja.
Ese fue el foco de la intervención de Rafael Hernández, presidente de Fedearroz, durante la cumbre de comités arroceros que se realizó este jueves en Bogotá.
Muchos retos
El tema de los distritos de riego fue uno de los subrayados en la exposición realizada por Hernández, pues en zonas como Casanare, uno de los departamentos productores de arroz, hay un río cada 15 kilómetros y no tiene distritos de riego. Es decir, el uso de ese potencial hídrico es casi nulo.
La infraestructura para los arroceros es uno de los talones de Aquiles que les resta competitividad y mayor productividad en su actividad. Hernández manifestó que se requiere mejorar las vías terciarias, pues gran parte de las zonas arroceras están afectadas por la inexistencia de rutas para sacar el producto.
Sin las herramientas que debe aportar el Estado, que son las vías y la política adecuada para incentivar el cultivo, que es parte de la seguridad alimentaria, los productores tienen grandes cargas que pesan sobre el costo de producción.
No solo se trata de medidas como la tasa de uso del agua, la cual, según dijo Hernández, es muy alta, pese a que llevan años abogando para que sea reducida. También ahora, en medio de los problemas de seguridad del país, ya las llamadas “vacunas” que les aplican a los agricultores los grupos ilegales, se fueron metiendo en los costos para que el productor pueda poner a disposición de los colombianos el alimento. “El agua es de los costos más altos, pero también lo es el de la extorsión”, manifestó el presidente de Fedearroz, quien manifestó que los cobros ilegales ya se están metiendo en la contabilidad.
Pero además, son víctimas de robo de insumos para producir; de amenazas y otras circunstancias que se les salen de las manos y que se configuran en altos costos para el agricultor en medio de los bajos precios.
Por ello, dentro de los mensajes enviados por Hernández, hay que destacar el que se refirió al futuro del arroz, que, a su juicio, no está solo en las fincas. “Se requieren políticas estables a largo plazo”.