Hace algunas semanas, tras la realización del concierto de Green Day en Bogotá, que estrenó el nuevo escenario Vive Claro, se conocieron nuevas inconformidades de las comunidades vecinas del escenario, que tiene capacidad para más de 40.000 personas.
Las comunidades residentes de los barrios Salitre El Greco, La Esmeralda y Pablo Sexto aseguraron fuertes niveles de ruido durante la presentación de la banda, asegurando que el escenario no toma las medidas de regulación adecuadas para evitar las molestias a los lugares cercanos.
Tras esta situación, hace algunas horas se conoció que un Juzgado Administrativo recibió la radicación de una Acción Popular para suspender el contrato que pacta el arriendo de los predios en donde está ubicado el escenario.
Se trata del contrato 78 de 2023, suscrito entre la empresa Ocesa Colombia S.A.S y la Beneficencia de Cundinamarca. Dicho acuerdo precisa un arriendo de 249.000 metros cuadrados de dos lotes del Parque Simón Bolívar, por cerca de 5 años, en donde está construido actualmente el escenario. Son específicamente los lotes 15 y 16.
La medida fue interpuesta por la Concejala de Bogotá, Quena Ribadeneira y también la edil Mónica Naar, al alegar perjuicios irreparables para la ciudad, el espacio público y el interés general.
Precisan que el contrato mencionado habría sido adjudicado sin licitación ni estudios técnicos, lo que vulneró a su vez la Ley 80 de 1993 y la Ley 1508 de 2012, cuestionando además la falta de licencias de construcción pese a que se adelantaron obras.
La Fundación Modera también presentó un recurso, respaldado por más de 60 residentes de barrios aledaños, quienes aseguran que los niveles de ruido superaron los 50 decibeles permitidos, afectando la tranquilidad de la comunidad.
La fundación aseguró que el escenario desconoce derechos colectivos al ambiente sano. Por esa razón piden la suspensión inmediata del contrato.
Tras estas acciones, el escenario aseguró que tomó con seriedad las sugerencias que han recibido de la comunidad vecina. Esto, pues siempre se pueden mejorar aspectos operativos y técnicos para lograr una mayor armonía con el entorno. También precisaron que sus eventos cumplen con la normatividad en materia de seguridad y sonido.