En medio de la discusión sobre la transición energética en Colombia y sobre la continuidad de las actividades de exploración y explotación petrolera, los grupos que están en contra del fracking aprovecharon para sentar su opinión, señalando que el cambio en la matriz energética del país es una oportunidad para evitar que se use esa controvertida práctica de extracción.

I Cumbre contra el Fracking y Los Yacimientos No Convencionales | Foto: La Alianza Colombia libre de Fracking

El Gobierno colombiano ha manifestado su interés en impulsar la transición energética. La implementación de políticas de incentivo para la inversión en energías renovables, así como la promulgación de regulaciones más estrictas sobre el fracking, podrían allanar el camino para un cambio hacia fuentes de energía más sostenibles.

Mientras avanza el proyecto de ley 114 de 2022, que busca prohibir el fracking y que ya fue aprobado en Senado y solo le resta su paso por la Cámara, el pasado 14 de septiembre de 2022 también fue radicado en la Cámara de Representantes el proyecto de Ley 192 de 2022, que pretende revivir la investigación científica tendiente a determinar la viabilidad de adelantar la técnica de Fracturamiento Hidráulico con Perforación Horizontal (fracking) a través de proyectos piloto que sirvan para analizar los impactos ambientales, sociales y económicas de esta técnica.

SEMANA estuvo presente en la I Cumbre contra el Fracking y Los Yacimientos No Convencionales, organizada por la Alianza Colombia Libre de Fracking - ACLF, en donde participaron ingenieros, abogados y ambientalistas, entre otros, y donde destacaban la importancia de cuidar los recursos naturales para el cuidado del medio ambiente en Colombia.

Lizeth Gómez, abogada del programa socioambiental de la Corporación Podion y participante de la alianza, comentó que este proceso de oposición al fracking es un ejemplo para muchos proyectos a nivel nacional e internacional, sobre todo en Latinoamérica. “Se ha logrado articular no solo al centro y a las regiones, sino ir más allá a través de distintas estrategias en donde se utiliza el litigio estratégico. No se hace una sola apuesta. Se emprenden varias acciones con resultados que nos han sorprendido tanto de manera positiva como negativa”.

Colombia ha realizado importantes avances en la adopción de fuentes de energía renovable. | Foto: Copyright 2020 The Associated Press. All rights reserved.

La extracción de petróleo y gas mediante fracking ha sido controversial porque a pesar de sus beneficios económicos, se teme por su impacto ambiental. Los riesgos de contaminación del agua y el suelo, así como los posibles terremotos inducidos, han generado preocupaciones en las comunidades locales y en la sociedad en general. La exploración de alternativas sostenibles se ha vuelto más urgente que nunca.

En los últimos años, Colombia ha realizado importantes avances en la adopción de fuentes de energía renovable. La inversión en proyectos de energía solar, eólica e hidroeléctrica ha ido en aumento, diversificando la matriz energética del país. Grandes parques solares y parques eólicos se han erigido en diversas regiones, aprovechando la riqueza natural del país para generar electricidad de manera sostenible.

La adopción de la transición energética no solo contribuiría a la reducción de emisiones de carbono y a la mitigación del cambio climático, sino que también tendría un impacto positivo en la salud pública y en la conservación de los recursos naturales. Las comunidades locales se beneficiarían de la creación de empleos en sectores como la instalación y el mantenimiento de infraestructuras renovables.

Se estima que las reservas petroleras que se podrían explotar con fracking tendrían la capacidad de satisfacer la demanda energética del país durante décadas. | Foto: Getty Images

A favor del fracking, se argumenta que su implementación podría generar inversiones significativas en el sector energético y crear empleos en las regiones donde se lleven a cabo los proyectos. Se estima que podría generar miles de empleos directos e indirectos en las etapas de exploración, perforación y producción.

En la cumbre se concluyó que la transición energética también trae consigo una serie de oportunidades para Colombia. La creación de empleos en el sector de energías renovables es una de ellas. La instalación, operación y mantenimiento de parques solares y eólicos generan empleo local, contribuyendo al desarrollo económico de las regiones.

Si bien existe un potencial económico significativo asociado con la explotación de hidrocarburos a través de esta técnica, es esencial abordar las preocupaciones legítimas sobre los impactos ambientales y sociales. La toma de decisiones debe basarse en una evaluación completa de los riesgos y beneficios involucrados, considerando el contexto único de Colombia y buscando un equilibrio entre las necesidades energéticas y la protección del medio ambiente.

La transición energética se perfila como una alternativa viable y sostenible para reemplazar el fracking en Colombia | Foto: Cortesía Ministerio de Minas y Energía

La transición energética se perfila como una alternativa viable y sostenible para reemplazar el fracking en Colombia. Si bien los desafíos son reales, el potencial para impulsar la economía, preservar el medio ambiente y mejorar la calidad de vida de los colombianos es innegable. La apuesta por fuentes de energía renovable es un paso hacia un futuro más limpio y próspero para el país.

Además, la exportación de tecnologías y conocimientos en energías renovables puede convertirse en una fuente de ingresos para el país. Colombia podría posicionarse como un líder en la región en cuanto a la producción y exportación de tecnologías limpias.