El dato del tercer trimestre de este año, en materia de crecimiento económico, superó las expectativas. El PIB de Colombia registró un crecimiento anual de 3,6 % en ese periodo y se convirtió en el mejor resultado de los últimos tres años, gracias al dinamismo del consumo de los hogares, que registró un crecimiento del 4,2 %, y al papel del gasto del Gobierno que aumentó el 14,2 %.
Los sectores económicos más dependientes del gasto como el comercio, la industria y un cúmulo de servicios (entretenimiento, financiero, alojamiento, comida, transporte, etc.) han gozado de mejoras sustanciales.
Precisamente, el sector de entretenimiento volvió a crecer en términos trimestrales, algo que estuvo en línea con un avance anual de 5,7 %. “Este resultado se explica por el aumento de eventos, mientras que el crecimiento de las apuestas en línea comienza a estabilizarse”, advierte un análisis del Grupo Cibest, al que pertenece Bancolombia.
Este auge en materia de eventos y espectáculos ha impulsado el desarrollo de nuevos espacios para capitalizar esta nueva dinámica que se ha venido consolidando después de la pandemia.
Distintos proyectos están avanzando. Por ejemplo, el nuevo complejo cultural y deportivo de El Campín, en Bogotá, con una inversión que supera los dos billones de pesos, e incluye la ampliación del estadio. Sencia, la firma que lidera este desarrollo, seleccionó a Aval Banca de Inversión como estructurador del cierre financiero de lo que es considerado uno de los mayores proyectos urbanos en Bogotá. También se destaca el nuevo proyecto de la Arena en Medellín, cuya inversión supera los 55 millones de dólares.
Uno de estos proyectos que en cerca de un año se consolidó y entró en operación fue el Vive Claro, ubicado en un punto estratégico de Bogotá, en un lote de la Gobernación de Cundinamarca y a pocos metros del Centro Administrativo Nacional (CAN), en manos de la firma Ocesa, una de las gigantes en materia de desarrollo de espectáculos a nivel global y que hace parte de la poderosa multinacional Live Nation y que puede albergar a unas 40.000 personas.
Sin embargo, el desarrollo del proyecto no ha estado al margen de polémicas y denuncias que Ocesa ha respondido. Primero, por supuestos riesgos estructurales y falta de licencias que, incluso, llevaron a que uno de los conciertos más esperados, el de Kendrick Lamar, fuera cancelado.
Ahora, uno de los aspectos que ha generado “ruido” para el Vive Claro es el impacto auditivo que tienen sus conciertos en uno de los vecindarios residenciales, el barrio La Esmeralda en Bogotá, en donde se encuentra ubicado el Hospital Universitario Nacional de Colombia, de la Universidad Nacional.
La propuesta
En las últimas semanas se ha generado un debate por el nivel de ruido que han alcanzado los conciertos que se han realizado en el Vive Claro, no solo por la zona residencial aledaña.
También el Hospital Universitario Nacional de Colombia reportó afectaciones en los pacientes, el personal que trabaja en la institución y algunas operaciones internas por los niveles de ruido registrados durante varios eventos. Por su parte, Ocesa Colombia ha señalado que los temas acústicos se encuentran basados en mediciones técnicas.
La situación ha generado un cruce de cartas entre el hospital y Ocesa buscando no solo explicaciones, sino también soluciones estructurales al tema del ruido en la zona.
En una de las comunicaciones, Vive Claro asegura que ha avanzado en la implementación de un conjunto de acciones tendientes a la insonorización total del frente colindante con el Hospital.
Entre ellas se destacan lo que llama el monitoreo y la medición acústica multiespacial, es decir, la realización de mediciones en cubierta, interior y zonas exteriores del hospital para ajustar medidas de control, “conforme a la propuesta de Acuerdo de Voluntades sobre eventos y mitigación de impactos remitido al Hospital”.
También resalta la instalación de cortinas acústicas elaboradas con telas PVC y material de alta densidad, orientadas a atenuar la transmisión de ruido y controlar la proyección lumínica hacia áreas clínicas sensibles.
Además, un punto crítico: el refuerzo de aislamiento en el hospital. Esto significa “la implementación progresiva del sistema de ventanas acústicas con acristalamientos laminados de alta densidad, cámara de aire inyectada con gas argón y sellos perimetrales de poliuretano”.
Es decir, “acciones de insonorización, incluyendo visitas de proveedores especializados para evaluar condiciones técnicas de ventanales y envolvente, con miras a mejorar el aislamiento acústico pasivo”.
Así las cosas, Ocesa se compromete a financiar e instalar, sin costo para el hospital, soluciones de ventanería acústica de alto desempeño. La expectativa es la respuesta del hospital a este ofrecimiento de la compañía de entretenimiento.
Desde el hospital le hicieron llegar a SEMANA el audio de una intervención del doctor Óscar Alonso Dueñas, director del hospital, en la emisora de la Universidad Nacional, dando respuesta a este tema.
Según él, en el concierto del 7 de octubre de Guns n’ Roses, la Unidad de Gestión Ambiental de la Universidad Nacional entregó un informe, “pues hay evidencia que superan ampliamente los límites específicos que tiene la legislación colombiana. Desde esa época hemos venido solicitando a la Secretaría del Medioambiente y a Ocesa que nos entreguen el reporte de las mediciones que ellos han hecho para contrastarlas con la única medición oficial que tenemos”.
Señaló que no han recibido ningún reporte oficial de la Secretaría de Ambiente. Y el 11 de noviembre, agregó Dueñas, Ocesa Vive Claro envió un comunicado informando que las mediciones que la firma hizo estaban dentro de parámetros normales en su gran mayoría y que solo en algunos puntos se superaban, según ellos, de una manera no tan elevada. “Pero no entregan copia del informe. Y adicional a eso, utilizan no los parámetros de la normatividad colombiana, sino utilizan unos parámetros que según ellos son normas internacionales, pero que nosotros no identificamos”, afirmó el director del hospital.
Advierte que en ese oficio que envía Vive Claro dice que sí hay afectaciones leves en algunas áreas del hospital “y propone hacer una insonorización con algún tipo de elementos en la ventanería para minimizar el impacto del ruido”.
Y añadió que el día 12 de noviembre le respondieron a Vive Claro, pidiéndole que entregara formal y oficialmente los estudios de las mediciones para que el hospital pudiera evaluar si efectivamente hay discrepancias frente a lo que midió la universidad o por qué la interpretación que le da la empresa.
“Hasta la fecha no nos han entregado ese reporte y obviamente el hospital no ha podido contestar la propuesta de la insonorización porque no tenemos los argumentos ni las mediciones para determinar si efectivamente el impacto es menor y en qué zonas del hospital se está presentando ese impacto para evaluar la propuesta junto con la universidad y poder darle una respuesta oficial a Vive Claro frente a esa iniciativa de insonorización”, dijo Dueñas.
Finalmente, afirmó que solucionaría el problema de unas áreas del hospital, pero no de todo el conjunto del hospital.