El cierre de brechas educativas es una de las grandes metas del Gobierno Nacional. “Hoy, Colombia tiene una tasa de cobertura del 53 por ciento. Nuestra meta es llegar al 60 por ciento”, indicó Aurora Vergara, ministra de Educación. La educación virtual se ha convertido en una de las alternativas más importantes para alcanzar este propósito. Según el Ministerio de Educación Nacional, actualmente dos de cada diez jóvenes de educación superior estudian de esta manera.

Para Juan Fernando Montañez, rector del Politécnico Grancolombiano, una universidad pionera en este modelo de aprendizaje, “la virtualidad es una herramienta que les brinda a las personas la oportunidad de formalizar una carrera y estudiar desde cualquier lugar”. Con ella han logrado graduar a más de 110.000 mil estudiantes de todo el territorio nacional en 16 años.

Su éxito radica en la visión que tienen de este modelo educativo. Desde el Poli consideran que la educación virtual no es un complemento a la presencialidad sino una forma de aprendizaje. A partir de ello, han consolidado una oferta académica basada en la flexibilidad en las horas de estudio; encuentros sincrónicos con compañeros y profesores que se adapten a las formas de aprendizaje de los estudiantes; y seis momentos para matricularse al año, para que más colombianos tengan acceso a la educación superior. Sin embargo, los desafíos son enormes.

“Necesitamos mejorar el acceso a la conectividad para llevar la educación virtual a la Colombia profunda”, menciona Montañez. De igual manera, trabajar de la mano con el sector público en políticas que mejoren el acceso y ofrecer a los alumnos precios asequibles que se adapten a su situación económica.

En ese sentido, el Poli ha centrado esfuerzos en estrategias e innovaciones que permitan el acceso a la educación superior. A través del fondo ‘Becas Huella Grancolombiana’ recaudan 3.000 millones de pesos semestrales para que entre 1200 y 1500 estudiantes becados se formen en la institución. Asimismo, ofrecen financiación con la línea directa de crédito con el Poli y alianza con el programa jóvenes en la U, entre otros.

La inversión en innovación ha sido otra de las apuestas para ampliar la oferta del Poli en todo el territorio nacional. El uso de tecnología de punta para mejorar la plataforma virtual de la institución y hacerla más sencilla busca reducir el uso de banda ancha y mejorar la conectividad. Esto se ve reflejado en altos niveles de interacción, experiencia de aprendizaje, calidad y pertinencia.

Acceso a educación superior en las regiones

El compromiso del Poli es claro: llevar la educación superior a todos los rincones del país. Por eso, desde 2018 “financiamos la conexión a internet y herramientas tecnológicas a la comunidad indígena Arhuaca Kankawuarwa en la Sierra Nevada de Santa Marta para que tengan espacios de aprendizaje diferente y de calidad”, cuenta Montañez.

Además, la institución cuenta con más de 10 mil caracterizados en comunidades diversas e inclusivas que también se benefician del modelo educativo del Poli a través de la virtualidad y trabajan con las Fuerzas Militares para que sus efectivos activos puedan acceder a educación superior de calidad. Es el caso del Sargento Fabio Roldán Pinzón Ariza, quien se graduó de ingeniería industrial gracias a la tecnología ofertada por la universidad mientras cumplía con sus funciones en el Centro de Misiones Internacionales del Ejército.

Montañez resalta que las historias de la comunidad Arhuaca y del Sargento Roldán demuestran que “la virtualidad llegó para quedarse y que se debe trabajar mancomunadamente en tratar de democratizar más la educación superior en Colombia”.

Este contenido fue elaborado con la colaboración del Politécnico Grancolombiano.

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