La carrera actoral de Juanita Molina es un ejemplo de constancia, evolución y conexión profunda con sus personajes. Su pasión por la actuación surgió de manera inesperada y ha sido un camino que la ha llevado desde la televisión regional hasta proyectos de gran renombre nacional e internacional. SEMANA conversó con la actriz de 28 años a propósito del anuncio de la tercera temporada de Betty, la fea: la historia continúa, de Prime Video, en la que interpreta a Camila Mendoza Pinzón, hija de la aclamada pareja de la televisión nacional Beatriz Pinzón y Armando Mendoza, representados por Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello.
Sobre sus inicios en la industria, Juanita le contó a SEMANA que empezó conduciendo un programa en Telemedellín. “Nunca me imaginé presentar algo, no me gusta presentar, la verdad”. Con apenas 15 años, combinaba el colegio con su primer trabajo frente a las cámaras en un canal regional, un terreno que le permitió descubrir poco a poco el mundo audiovisual. “A raíz de Telemedellín, con la persona con la que presentaba el programa hicimos una serie web que se llama Primíparos. Me da una úlcera verme actuar allí, pero fue un gran logro para ese momento de mi vida”.
Más adelante, Juanita se mudó a Bogotá para estudiar comunicación, aunque inicialmente lo hizo “por miedo”, pues su verdadero deseo era estudiar artes escénicas. “Estuve dos años estudiando comunicación. Me presenté dos veces a la Javeriana a artes y no pasé; fue un gran golpe”. No obstante, nunca dejó de buscar su lugar y terminó entrando a Casa Ensamble, donde comenzó a hacer castings profesionales. De allí surgieron pequeños papeles en Canal Capital y Nickelodeon, hasta que llegó su momento de mayor visibilidad al protagonizar la novela Romina poderosa, así como darle vida a Mila en la serie Betty, la fea.
Frente al reciente anuncio de la confirmación de la tercera temporada de Betty, la fea, Juanita asegura que tomó la noticia con entusiasmo y serenidad. “Recibo esta noticia demasiado contenta, con muchas ganas de explorar esta nueva faceta que arranca Betty, parándome desde otro lugar, con todo lo que aprendí en la primera y segunda temporada”. La actriz está emocionada por mostrar el crecimiento de su personaje, Mila, con nuevos matices y una dinámica renovada. “Estoy emocionada por poder crecer y darle otros matices para que ustedes la puedan seguir conociendo en esta nueva temporada que viene, que va a estar muy divertida y chistosa”.
Para Juanita, trabajar con grandes actores, como Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello, ha sido una experiencia fundamental en su desarrollo profesional. “Me sentí superprivilegiada de poder aprender de gente que lleva caminando esta carrera muchos años”. Aunque en un inicio actuó con un poco de timidez, esa misma experiencia le permitió confiar y crecer. Ana María, en particular, fue un apoyo vital. “Ana fue como ese gran regalo que me dio trabajar en Betty. Ana es una mujer que tiene una personalidad muy tranquila, muy amorosa, y a mí me daba mucha confianza verla. Me decía: ‘Todo va a estar bien, Juanita, te entiendo y entiendo el lugar en el que estás’”.
El papel de Mila en Betty representó un gran reto para Juanita, no solo por la complejidad del personaje, sino también por la reacción del público. Mila es un personaje con una personalidad marcada, que en la primera temporada causó un choque en algunos espectadores. “En la primera temporada, mucha gente se chocó con la manera de ser de Mila porque era muy distinta a como la gente la había imaginado”. Enfrentar las críticas de los fans fue difícil, pero necesario. “Me enfrenté a una horda de fans que odiaban a Mila, pero sabía que era así porque el trabajo de Mila era generar conflicto y ser una oposición a Betty”. La paisa reconoce que el trabajo con personajes polémicos es “muy personal, muy emocional y sentimental”, aunque al final solo le queda gratitud, pues “más allá del resultado, más allá de si a la gente le gustó, para mí fue un proceso muy gratificante”.
En la segunda temporada, Mila muestra una evolución notable. “Hay una Mila un poco más madura que empieza a dejar de culpar y castigar a los demás. En esta temporada, la relación con Betty cambia completamente y hay una camaradería muy grande”. Además, la actriz destaca el proceso personal que vive su personaje, que intenta dejar atrás a su figura paterna y encontrar nuevos espacios: “Ella empieza a odiar y a borrar esa figura de padre”.
Además de Betty, otro capítulo importante en la carrera de Juanita Molina fue su trabajo en la serie Medusa, en la que interpretó a Viviana Hidalgo y compartió escenas con reconocidas actrices, como Juana Acosta. “Fue un proyecto superchévere, delicioso de hacer. Grabamos en Barranquilla y Santa Marta. El elenco era divino”. En esta producción, la actriz enfrentó también un reto importante al tener que interpretar a un personaje con acento costeño. “Actuar en otro acento es muy duro, y a veces la gente no es tan consciente de ello. Hacer un personaje costeño fue un reto que me sirvió mucho después, cuando hice el casting de Cien años de soledad”. Su interpretación en Medusa le aportó, además, confianza y libertad para asumir papeles dramáticos y alejados de su zona de confort. “Para mí, el drama me fascina y siento que me desenvuelvo mucho mejor en él. La comedia me gusta, pero no siento que en Colombia se haga una comedia que me encante como la argentina, por ejemplo”.
El más reciente anuncio que Juanita comparte con entusiasmo es su participación en la segunda temporada de la ambiciosa producción de Netflix basada en Cien años de soledad. “Hablar sobre esto me emociona, igual que cuando me dijeron que había quedado. Creo que no se puede explicar la magnitud hasta que uno no lo ve”.
La actriz recuerda la experiencia de grabar en Macondo y presenciar la construcción de un universo tan único. “Yo no podía creer lo que veía: cada día en el set era impresionante, todo el vestuario, el maquillaje, los efectos especiales, la dirección. Estar en Cien años de soledad es como jugar con la selección Colombia del mundo audiovisual, rodeada de gente excelente”. Además de sus logros en pantalla, Juanita se siente orgullosa de pertenecer a una nueva generación de actrices colombianas que están dejando huella en la industria.
“Me siento muy afortunada de que me consideren parte de esta generación de nuevas actrices”. Para ella, esta generación representa “mucho compromiso profesional y personal. Veo colegas con niveles profesionales increíbles y mucha preparación”. Entre sus compañeras y amigos se destacan nombres como Rami Herrera, Camila Jurado, Laura Osma y Emmanuel Restrepo, y otros actores que desde la amistad han fortalecido su camino artístico.Juanita Molina es una actriz que ha sabido aprovechar cada oportunidad para crecer y consolidarse. Desde sus inicios en Telemedellín hasta este momento cuando protagoniza proyectos de gran escala, su carrera ha sido una muestra de talento, dedicación y pasión, que sigue en constante expansión.