Tatiana Murillo, más conocida como ‘La barbie colombiana’, es una mujer que se ha sometido a varias cirugías a lo largo de su vida y muchas de ellas empezaron desde muy temprana edad. Por lo que muchos usuarios le colocaron ese apodo porque aseguraron ella se quería parecer a la famosa muñeca.
Sin embargo, en una reciente entrevista con María Elvira Arango en el programa En aguas profundas, la empresaria abrió su corazón y contó las razones que la hicieron tomar la decisión de querer modificar su físico desde pequeña, dando a entender que no había sido por querer verse como una Barbie.
Al inicio de la conversación reveló que tuvo una infancia feliz, pero difícil a la vez, pues en el colegio donde estudiaba en Antioquia sufrió de bullying por parte de los adultos y no de los niños.
“Mis momentos más crueles en el colegio o en la escuela era por el status económico de mi papá, era un campesino”, comentó, agregando que no entendía por qué tenían ese comportamiento si todos los papás de sus amigas también lo eran.
“Después me di cuenta de que el bullying venía más profundo con el tema del color de piel, la forma del cabello, quizás lo irreverente que he sido desde chiquita y veía que a mis amiguitas no les permitían mucho juntarse con esa niñita de ocho años (Tatiana)”, confesó, pues una vez escuchó que una profesora le dijo a una de sus mejores amigas que no podía estar con ella.
Esa situación que Tatiana vivió en su niñez no se la comentó a sus papás porque en ese momento su familia tenía la constante preocupación de que llegara la guerrilla y se los llevará o los sacará de la casa, por lo que ella decidió tener un carácter más fuerte y empezar hacer sus cosas para salir adelante.
Cuando La barbie colombiana empezó a ganar dinero se realizó su primera cirugía, una rinoplastia, que tuvo que retocar dos veces más porque había tenido problemas y después comenzó con más procedimientos en su rostro.
Sin embargo, una de las intervenciones más riesgosas que se realizó fue aclararse la piel porque era lo que más le recriminaban: “Si yo te digo que mi piel era lo que más me costaba aceptar toda la vida, no te estoy mintiendo, más que la nariz”.
“Fue un proceso, hay un láser que es para los bellitos, que si tú lo expones a mayor frecuencia hace un proceso de aclarado”, manifestó, explicando que fue algo que decidió experimentar con el doctor que encontró porque todavía no se realizaba en ese tiempo, siendo lo más abrasivo que se ha hecho en su cuerpo.
Además, tenía que cuidarse de la comida y no podía exponerse al sol para que funcionara, pues aparte del láser, le aplicaban una crema que ayudaba con el procedimiento: “Con eso logré aclarar aproximadamente cuatro tonos”. Esto le permitió sentirse más segura consigo misma y por eso se ha realizado más de 35 cirugías, incluso, aseguró que está pensando en cambiarse el color de los ojos.