Juan Pablo Barragán confesó que un director le aseguró que su “estética no servía para la televisión ni para el cine”, un comentario que lo golpeó profundamente, pero que también se convirtió en el motor de una transformación personal y profesional.

Con disciplina, formación internacional y una terquedad que hoy llama su mejor herramienta, el actor logró abrirse espacio en la industria y convertirse en un rostro querido y respetado.

De la adversidad al triunfo con terquedad y pasión

Juan Pablo Barragán, el actor colombiano conocido por interpretar al “Mono” en Lady, la vendedora de rosas, ha construido una carrera llena de significados y obstáculos superados.

En una reciente entrevista con Revista Vea, confesó uno de los episodios más duros de su recorrido actoral: un director le dijo que su “estética no servía para la televisión ni para el cine”, unas palabras que pusieron en jaque su autoestima.

Su historia profesional se remonta al año 2000, cuando decidió estudiar teatro en la Academia Superior de Artes de la Universidad Distrital, con el firme apoyo de su familia.

Esa formación marcó un antes y un después: querer actuar no era solo un sueño, sino un llamado que su entorno también percibía como legítimo.

Tras sus estudios en Bogotá, Barragán amplió sus horizontes viajando a Cuba para estudiar en la prestigiosa Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños.

Allí consolidó una disciplina artística que luego fortalecería con décadas de trabajo escénico bajo la dirección de figuras como Jorge Alí Triana, Sandro Romero Rey y Víctor Viviescas.

A pesar de sus logros y de su formación, Barragán no estuvo exento de críticas duras. En Vea, relató que uno de los momentos más difíciles surgió por un comentario de un director, quien cuestionó que su estética no encajara con los estándares de la televisión y el cine.

Él mismo admitió que llegó a creerlo, y que esas palabras calaron profundamente, golpeando no solo su confianza sino su identidad como artista.

Sin embargo, lejos de desanimarse, decidió usar esa herida como motor. “Un día que estaba muy triste (…) dije: ‘No, el hecho que le parezca a esa persona que no soy, no quiere decir que no pueda’”, expresó.

Juan Pablo Barragán durante su paso por MasterChef se ganó el corazón de millones de colombianos. | Foto: MasterChef Celebrity | Capítulo 106 | Sin espacio para los errores l Canal RCN

Terquedad con propósito: su filosofía de vida

Para él, el oficio de actor no solo es un talento: es una “lucha interna”, una batalla diaria contra las dudas, los castings fallidos y las críticas. Esa batalla, afirma, se gana con terquedad.

Barragán reconoce que ese rechazo fue, paradójicamente, uno de sus mejores maestros: hoy agradece a esa persona que le dijo “no”, porque su negativa lo empujó a encontrar su fuerza verdadera.

Hoy, con una filmografía de más de 15 películas y varias producciones destacadas en televisión, su camino es testimonio de resistencia.

Aquellos no, que podrían haberlo detenido, se convirtieron en el combustible para alimentar su vocación.

Su vida profesional demuestra que la terquedad no es obstinación vana, sino una forma de resistencia creativa, y que el talento verdadero se reafirma no pese a las críticas, sino gracias a la perseverancia frente a ellas.