Desde 1940 Philips hace parte de la vida cotidiana de los colombianos. Su historia comenzó con la distribución de productos importados desde Holanda y la instalación de la primera fábrica de bombillos en Barranquilla en 1947.
Décadas después, televisores, afeitadoras y electrodomésticos se convirtieron en referentes de modernidad en los hogares. Al mismo tiempo, la radio Philips permitió que miles de campesinos aprendieran a leer y escribir gracias a las lecciones transmitidas por Radio Sutatenza, mientras La Hora Philips se consolidó como el programa más escuchado del país durante décadas, afianzando a la marca como un ícono cultural.
Pero la verdadera transformación de la compañía se produjo cuando pasó de ser un conglomerado de electrónica de consumo a un líder global en tecnología de salud, lo que significó orientar la inversión hacia soluciones que hoy impactan de manera directa la atención de millones de personas.
Ahora, cuando la compañía celebra 85 años de historia en el país, también destina el 10 % de su beneficio anual a investigación y desarrollo, con un énfasis particular en software y ciencia de datos. En paralelo, cerca del 50 % de sus profesionales en I+D se dedican exclusivamente a software, lo que muestra un viraje hacia un modelo en el que la transformación digital es tan importante como el hardware.
Revolución tecnológica y acceso equitativo
En el sector salud, Philips ofrece resonadores, tomógrafos, ecógrafos y sistemas de rayos X de última generación, integrados con software clínico e inteligencia artificial, que está diseñada para potenciar diagnósticos más rápidos, precisos y personalizados, pues la combinación de estos equipos con algoritmos de apoyo permite a los médicos detectar problemas antes de que se agraven, optimizar diagnósticos y tomar decisiones más ágiles.
“Nuestras herramientas permiten a los equipos médicos compartir imágenes, datos y diagnósticos entre hospitales y clínicas de diferentes ciudades, reduciendo tiempos de espera y aumentando la precisión en la toma de decisiones. Esto ya está facilitando que hospitales regionales trabajen de manera integrada con centros de referencia en todo el país”, comenta Karime Amaya, Country Leader Philips Colombia.
Ejemplos recientes de esa innovación son BlueSeal, la primera resonancia magnética sin helio con lectura inteligente, y el CT5300, con reconstrucción de imágenes asistida por algoritmos avanzados. Estas tecnologías, además de agilizar los diagnósticos, reducen costos y consumen menos recursos, demostrando cómo la eficiencia clínica puede ir de la mano con el cuidado ambiental.
Ahora la innovación no se limita a las clínicas de alta complejidad, sino que busca cerrar brechas en comunidades rurales y urbanas vulnerables. “Creemos que la atención de calidad debe estar disponible para todas las personas, sin importar dónde vivan”, explicó la organización.
Bajo ese enfoque, la Fundación Philips ha impulsado campañas con la Liga contra el Cáncer para la detección temprana del cáncer de próstata en Bogotá y municipios cercanos. Asimismo, se unió a la organización Global Neuro para impulsar la capacitación en diagnóstico y monitoreo de lesiones cerebrales traumáticas, una de las principales causas de muerte en América Latina.
Sostenibilidad con propósito
En el ámbito de la sostenibilidad, la apuesta tecnológica se refleja en productos que desde 2024 cumplen criterios de eficiencia energética, uso responsable de materiales y posibilidad de reciclaje. Además, toda la electricidad utilizada en sus operaciones proviene de fuentes ciento por ciento renovables. “Queremos que al menos el 25 % de nuestros ingresos provenga de modelos circulares, con equipos reacondicionados que ofrecen la misma calidad que los nuevos”, señaló la marca.
En paralelo, la línea de cuidado personal, que incluye afeitadoras, cepillos dentales eléctricos y dispositivos de belleza, refleja cómo la modernización puede mejorar la calidad de vida en el hogar, sin contar con que con Philips Avent, la firma extiende este propósito al cuidado de los bebés, ofreciendo productos seguros y confiables para apoyar a los padres en las primeras etapas de la crianza.
Este enfoque integral muestra que la innovación en Philips no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para generar impacto. “Nuestro propósito es mejorar la vida de 2.500 millones de personas al año para 2030, incluyendo 400 millones en comunidades desatendidas”, destacaron desde la multinacional.
Desde el talento humano que desarrolla soluciones en software, pasando por la inteligencia artificial que potencia diagnósticos, hasta los modelos sostenibles que promueven la economía circular, cada avance en estos 85 años responde a la pregunta central: ¿para qué innova la marca? Y la respuesta es clara: para mejorar la vida de las personas, hacer más eficiente el trabajo de los profesionales de salud y garantizar un futuro más sostenible.
En este momento, Philips reafirma su compromiso de seguir innovando con un enfoque humano, sostenible y transformador, llevando salud digital de calidad a todas las comunidades, sin importar dónde se encuentren.
*Contenido elaborado con el apoyo de Philips.