Cartago es uno de los municipios más importantes del Valle del Cauca. A la merecida fama de sus bordados a mano y la exuberancia de su arquitectura colonial solo se le atraviesan dos desgracias: la estela de dolor y muerte que dejó el extinto cartel del norte del Valle y los escándalos que ha protagonizado su clase dirigente. Y cuando todos creían que por fin la ciudad podía levantar cabeza y pasar esa página, siguen apareciendo episodios que recuerdan las épocas más oscuras de poderes ocultos y el maridaje entre mafia y política, un código de silencio y presunta corrupción. Para no ir muy lejos, en la actualidad la mamá del alcalde (Jesusita Zabala) está en prisión domiciliaria purgando una condena por irregularidades en los contratos de los desayunos escolares. Otros dos exalcaldes se encuentran tras las rejas por conductas ilegales similares y por lo menos dos docenas entre exfuncionarios y contratistas son investigados por la justicia por esquilmar los dineros públicos del municipio. En contexto: Así se roban la plata de los desayunos escolares en Cartago Y ahora existe un abanico de aspirantes que quieren gobernar la ciudad, pero cada uno a su manera lleva una pesada carga. El precandidato más opcionado, al parecer estaría inmerso en una inhabilidad porque su hermano ejerce un cargo administrativo con manejo presupuestal y de personal, dentro del mismo municipio que desea gobernar. Al que le sigue en favoritismo lo han amenazado y atentado contra su vida y su nombre aún retumba en viejos escándalos que la justicia no ha resuelto. Otro de los aspirantes es considerado el heredero político de la actual administración, que carga con el peso de escándalo de los desayunos escolares. Para rematar, un excongresista condenado por la Corte Suprema de Justicia por enriquecimiento ilícito, se da el lujo de anunciar públicamente que estaría considerando aspirar a la alcaldía, pese a que no puede. Y el quinto precandidato en esa disputa es un concejal del Centro Democrático al que le acaban de publicar en redes sociales unos audios comprometedores y que dejarían en tela de juicio su conducta ética y moral. Se trata de Carlos Mario Vélez Ocampo, un joven concejal de 32 años que llegó a esa curul en 2015 avalado por el Centro Democrático y con la segunda mejor votación: 1.938 apoyos. Antes de asumir en el Concejo, Vélez fue asesor jurídico de Tránsito, empleado de la Tesorería Municipal, personero delegado para asuntos penitenciarios y asesor jurídico de la Casa de Justicia. En la actualidad figura como precandidato del uribismo para acceder al aval y competir por la Alcaldía de Cartago. Puede leer: El exalcalde condenado, con casa por cárcel y en campaña Pero esa carrera se vio empañada este fin de semana cuando por WhatsApp comenzaron a circular cuatro audios que suman 39 minutos de grabación de una conversación privada que él sostuvo con un amigo suyo que trabaja como periodista deportivo. Se trata de Pablo Andrés Ospina y según el concejal Vélez, fue él quien lo grabó secretamente, al parecer como un mandado político para hacerle daño. Dijo además que esa charla sucedió en dos encuentros en los meses de noviembre y diciembre de 2016 y que los mismos ocurrieron en el conjunto Balcones de Santa María, donde compartían vecindad. Y que esa conversación “está cargada de exageraciones y charlatanerías para hacerme ver con más poder, ya que era consciente de que estaba hablando con un mensajero, que luego iría a contarlo todo a mis adversarios”. Añadió, que supo de esos audios desde hace mucho tiempo atrás y que trataron de amenazarlo con publicarlos, “pero nunca me dejé chantajear, porque mis problemas empezaron cuando dije públicamente que en Cartago no había alcalde, sino alcaldesa”. “Pero nunca me dejé chantajear, porque mis problemas empezaron cuando dije públicamente que en Cartago no había alcalde, sino alcaldesa”, concejal Carlos Mario Vélez. Este portal también habló con el periodista deportivo y tanto él como el concejal coincidieron en asegurar que algunos fragmentos de los audios “son montajes”, para hacerles daño. “son cosas distorsionadas, editadas y que en su totalidad no son ciertas, se aprovecharon del momento para hacerme daño y dañar mi imagen”, explicó el joven Ospina. Agregó que “yo ya hablé con un abogado y me va a representar porque yo sí demandaré a la persona que puso eso a sonar e iré hasta las últimas consecuencias por el daño moral que me está causando con todas estas cosas, que psicológicamente y demás me tienen a mí y mi familia en una crisis sin precedentes”. Le puede interesar: ¿Qué hay detrás de los 90 disparos con fusiles en Cartago? Finalizó diciendo que dejará en manos de las autoridades para que “tomen las acciones legales que ellas consideren pertinentes y que dejo claridad que yo no poseo problemas con nadie y que gozo de credibilidad, respeto y aprecio por miles de personas que conocen cómo ha sido mi vida. Pero no me prestaré para cosas que no son. Porque con esas publicaciones lo único que hacen es poner en riesgo mi vida”. Semana.com presenta once fragmentos de esa grabación, los cuales fueron editados debido a su extensión, para facilitar la comprensión de los lectores y lograr una mayor contextualización del tema. ¿Cuánto quiere usted? En este audio se escucha al concejal Vélez explicándole a su interlocutor (Pablo Andrés Ospina) la estrategia para lograr quedarse con la presidencia del Concejo, pero pagando supuestas coimas en lo que parece ser una presunta compra de votos y que habría tramado con otro concejal llamado Luis Zapata, más conocido como Lucho Zapata. “Me decían a mí, ¿cuánto quiere usted pa´que se baje?”; “cuánta plata hay entonces, le dije papi coloque usted 50 millones de pesos y yo otros 50 millones, a ver si es usted o Yaneth (Quintero concejal de La U); si es usted con esos cien millones compramos la presidencia y usted después me paga los 50, de la misma presidencia”.

Al respecto, el concejal Zapata manifestó estar sorprendido por lo que afirma su colega Vélez en el audio, “eso es falso; se lo juro no tengo nada que ver, ni plata; de dónde por Dios bendito, ni porque una presidencia de Cartago manejara un presupuesto de dos, tres mil millones, por Dios; a quién se le ocurre dar 20 ó 30; mejor dicho, no doy un millón de pesos”, explicó tras recordar que él ya fue presidente del Concejo en 2015 y sabe que ese cargo “es un bombón de trapo”. Le sugerimos: Las desgracias de la ´matrona´ de Cartago Cabe aclarar que en la actualidad el Concejo de Cartago maneja un presupuesto cercano a los 800 millones de pesos al año y que en la elección de presidente de la que se habla en los audios en noviembre de 2016, solo se presentaron dos aspirantes: Carlos Mario Vélez obtuvo 6 votos; pero Víctor Álvarez, el concejal oficialista le ganó con 11 votos, tal como lo muestran las actas del Concejo.

A todos los endulzamos con diez palos Este audio es la continuación de la presunta estrategia de coimas para ganar la presidencia del Concejo de Cartago. En la conversación se escucha cuando el concejal Vélez le confiesa a su amigo que, “(…) Yo tenía mi bloque, él tenía su bloque y le dije bueno yo coloco 50 y usted coloca 50 y con eso a todos los endulzamos de a diez palitos, para diez concejales (…)”. Cabe aclarar que en Cartago son 17 concejales; por lo tanto, para ganar una elección se requiere la mitad más uno, que en este caso serían 9 votos para tener la mayoría simple.

Eso era para todos Este fragmento es una confirmación detallada de la manera como pretendían hacerse a la presidencia del Concejo de Cartago; algo que al final no sucedió y aún no es claro si esos pagos se efectuaron, ya que los supuestos protagonistas lo niegan. “Yo automáticamente yo sabía que nosotros no ganábamos eso; pero yo no iba a ser tan güevón, la chimba Lucho tenía que pagar por la pasión y por ser tan güevón y por no bajar y le dije mañana necesito tanta plata acá (…) pa´todos”.

El Whisky de Diselecsa Este audio es interesante porque podría conectarse con el reciente escándalo alrededor de la concesión del alumbrado público y que motivó la apertura de una investigación de la Procuraduría contra el alcalde y tres funcionarios, por presuntas irregularidades en el contrato que se le entregó a una firma cuya representante legal resultó ser la hija del dueño de Diselecsa, la compañía que venía operando el alumbrado desde hace 17 años. En la conversación se escucha al concejal Vélez aclarar que él no quiso participar en esa licitación, que para la época apenas era un proyecto en borrador y advierte que las directivas de Diselecsa les envió una caja de Whisky a los concejales, “(…) entonces esa licitación yo no… (inaudible) y cómo está Jesusita con Germán  (Jesusita Zabala, madre del alcalde de Cartago en prisión domiciliaria y Germán González, exalcalde también preso por irregularidades en la contratación).

También puede leer: Estalló otro escándalo de corrupción en el Valle En las actas del Concejo se evidencia que en efecto el concejal Vélez y otros dos colegas no asistieron a la sesión del 19 de noviembre de 2018 en la que se votaron las facultades al alcalde Carlos Andrés Londoño Zabala, para que concesionara nuevamente el alumbrado público.

Lo pelan a uno En este fragmento el concejal Vélez deja entrever que su labor como opositor al gobierno local le podría traer serios problemas y que había temas vedados para él que no tocaría o denunciaría, sencillamente porque lo matan. “(…) yo por lo menos en esa maricada de esto (al parecer hace señas) yo no me voy a meter nunca en el… (inaudible) por eso sí lo pelan a uno, ¿sí me entiende? Pero yo qué, yo me vuelvo un kamikaze en qué sentido, papi…”

Si me van a matar… El concejal Vélez sigue con su tesis de tocar temas espinosos dentro de su labor como opositor y le advierte a su interlocutor que lo graba de manera oculta, que si le sacan a la única cuota que tiene dentro de la Administración, se vuelve un kamikaze y se hace matar. “Yo le dije a David (Patiño, almacenista de la IPS) si a usted lo sacan güevón, yo me vuelvo un kamikaze; a mí no me importa que me maten, güevón (…)”.

Yo sé que tienen que robar En esta fase de la conversación, el concejal Vélez da algunas puntadas sobre el seguimiento que le está haciendo a la contratación del municipio, donde al parecer detectó algunas irregularidades y supuestos hechos de corrupción. “Porque yo sé que él le contó que yo iba a empezar a revisar todo lo del Secop (Base de datos de la contratación pública). Yo sé papi que tiene que robar, tienen que robar, pero no dar papaya, porque le digo una cosa Yaneth (Quintero, concejal de La U) tiene todos los asesores del senador Soto (Carlos Enrique Soto congresista risaraldense de La U a quien el Consejo de Estado le declaró la muerte política en un proceso por pérdida de investidura).

Jesusita tiene muchos enemigos Aquí el concejal Vélez deja entrever dos cosas: la primera que hacer oposición es una función de alto riesgo y la segunda, que Jesusita Zabala, madre del alcalde, es el poder detrás del trono. “(…) quiere que le diga una cosa parce, ellos son los que más nos tienen que cuidar a nosotros; sabe cuál es el problema, ellos tienen muchos enemigos; Jesusita tiene muchos enemigos y si alguien se quiere cagar en estos momentos en Jesusita, me mata a mí y ya, sí me entiende”.

La vacuna Aquí el concejal Vélez confirma lo que es un secreto a voces en el mundo de la política, pero que igualmente se trata de una práctica censurable y que podría configurar un delito: las vacunas a las cuotas burocráticas. En la conversación, el concejal reconoce que un amigo suyo de nombre David (David Patiño, almacenista de la IPS del Municipio) le da una cuota de su sueldo que es de $1.600.000 y que ese dinero lo usa para pagarle los estudios a la hija del concejal.

Lea también: Así hurtaron los dineros de Emcartago “(…) me regala, no le paga a mi hija; es que ese era el puesto de la mamá de mi hija, que se lo dieron entonces yo le dije, no sabe qué, pásele eso a la hija (…)”. Los $300.000 para mi hija En este audio se confirma lo del anterior fragmento: que el concejal Vélez le pedía una cuota del sueldo del almacenista de la IPS, para entregárselo a su hija. “Y con esto, a la vista también se están metiendo con la mamá de mi hija, sabe por qué, porque Jesusita sabe que cuando me dio ese puesto, yo le dije que ese man le pasaba $300.000 a la mamá de mi hija; si me entiende, del sueldo, o sea la cuota (…)”.

Los nexos con el uribismo Aquí el concejal Vélez confirma sus buenas relaciones con el uribismo puro; además de una fotografía que exhibe en sus redes sociales donde aparece junto a los senadores Álvaro Uribe Vélez y José Obdulio Gaviria, asegura ser amigo de uno de los asesores del expresidente. “Yo tengo uno muy bravo (…) que se llama Hernán Cadavid, es de Medellín, pero es muy parcero mío. El man, Hernán Cadavid es un hijueputa que le maneja todo el liderazgo de juventudes a Álvaro Uribe Vélez; es más él estuvo en La Habana; va como representante a la Cámara”. Cabe destacar que el joven Cadavid se quemó en su aspiración al Congreso, el año pasado.