China teme que su baja tasa de natalidad, además de matrimonios en desuso y un aumento de la soledad, afecte su actividad económica y amenace a la sociedad. Para evitar este fenómeno, la Liga de la Juventud Comunista juega a ser Cupido a través de una amplia red, organizando cursos de citas en universidades o encuentros de solteros.

En un reportaje de AFP se dice que Zhang Shaoge tiene 30 años y sigue soltero pese a que sus amigos le han presentado numerosas chicas. Deseoso de encontrar pareja, este chino ha decidido apuntarse a los encuentros organizados por un casamentero inesperado: el Partido Comunista.

El matrimonio ha perdido popularidad en China. En 2020, solo 8,14 millones de parejas se casaron, frente a las 13,47 millones de 2013.

En la provincia de Anhui, en el este del país, la Liga incluso lanzó una aplicación para teléfonos en la que los usuarios pueden consultar detalles de otras personas como nombre, tamaño, empleo o sueldo. | Foto: Getty Images

La tasa de natalidad cayó drásticamente el año pasado, hasta los 7,52 nacimientos por cada mil habitantes, la más baja desde la fundación de la República Popular en 1949. “A mi edad, es hora de encontrar una chica y casarse”, explica Zhang Shaoge, que acaba de participar en un encuentro organizado en Jinan, capital de la provincia de Shandong, en el este de China.

“No he encontrado a la persona adecuada en mi entorno y quiero ampliar mi círculo de amigos”, dice.

Otro elemento preocupante es que hay diez millones más de hombres que de mujeres, un fenómeno atribuido a la política del niño único y a la preferencia para muchas parejas de tener hijos, sobre todo en el campo.

Estos dos aspectos provocaron abortos selectivos de fetos femeninos. El desequilibrio entre hombres y mujeres era particularmente grande entre 1980 y 2016, año en el cual el Gobierno autorizó a las parejas tener dos hijos.

“No tengo la oportunidad de conocer a muchas mujeres por mi trabajo”, explica Zhang Shaoge, responsable de compras en una empresa. No es el único. En total, unos cien solteros participan en el encuentro organizado en Jinan por la Liga, una rama del gobernante Partido Comunista Chino (PCC).

China teme que su baja tasa de natalidad, además de matrimonios en desuso y un aumento de la soledad, afecte su actividad económica y amenace a la sociedad. | Foto: 4 Eyes Photography

Para romper el hielo, un animador tiene preparados varios juegos de equipo en un parque, con fondo de música pop. Para conocer mejor a los presentes, los perfiles de cada uno (edad, trabajo, sueldo) son inscritos en fichas y se cuelgan en los árboles. “Me siento más en seguridad” en este tipo de eventos oficiales, explica Li Changle, una ingeniera de 25 años.

Otro participante, Xu Feng, de 40 años, se inscribió en el encuentro ante la presión de su familia por casarse. “Cuanto mayor me hago, mayor es la presión”, dice. En la provincia de Anhui, en el este del país, la Liga incluso lanzó una aplicación para teléfonos, en la que los usuarios pueden consultar detalles de otras personas como nombre, tamaño, empleo o sueldo.

Cursos de citas y encuentros de solteros

La Liga de la Juventud Comunista lleva varios años organizando cursos de citas en universidades o encuentros de solteros. Gracias a su amplia red en toda China, la organización puede llegar a empleados de un gran número de empresas.

“El Estado no se preocupa solo por la tasa de natalidad”, estima Leta Hong Fincher, una feminista estadounidense que escribió libros sobre las mujeres chinas. El Gobierno desea que las mujeres se unan a “la institución” del matrimonio porque es un “vector de estabilidad social”, apunta.

Desde 2021, China autoriza a las parejas tener tres hijos. Pero, por el momento, los nacimientos no aumentan y el desequilibrio de género es tal que algunos hombres nunca encontrarán a su alma gemela. “En algunos lados, el ratio es de diez hombres por una mujer”, explica Quan Baoyong, un casamentero de la provincia central de Henan.

“Si todavía tuviera 20 años (...) ni siquiera intentaría encontrar una esposa”, dice Zhao Liang, un repartidor de 35 años, que considera la búsqueda de pareja “muy materialista” en la sociedad actual.

*Con información de la AFP.