Al menos 23 soldados del régimen sirio murieron en un ataque contra un autobús militar en el este del país atribuido al grupo yihadista Estado Islámico (EI), informó este viernes una oenegé.
“Los combatientes del EI atacaron un autobús del ejército en el desierto” en la provincia de Deir Ezor, provocando la muerte de “23 soldados e hiriendo a más de diez”, dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede el Reino Unido.
El OSDH agregó que “decenas” de soldados están desaparecidos. El grupo EI perdió su último bastión en Siria en 2019, pero tiene reductos en el vasto desierto sirio desde donde lanza emboscadas y ataques relámpago.
En las últimas semanas, este grupo yihadista ha aumentado sus operaciones en el norte y el noreste de Siria y este es el tercer ataque de gran envergadura desde principios de agosto.
Diez miembros de fuerzas del régimen sirio mueren en ataque del EI
Diez integrantes de las fuerzas del régimen sirio murieron en la noche del lunes en un ataque del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la provincia de Raqa, norte de Siria, afirmó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
“El EI atacó posiciones y retenes de miembros de las fuerzas del régimen” e “incendió vehículos militares”, dijo el OSDH. Seis soldados fueron heridos, algunos gravemente, indicó la fuente.
Las fuerzas gubernamentales controlan sectores en el este y el sur de la provincia de Raqa, mientras que las milicias kurdas controlan la mayor parte del norte. La ciudad de Raqa fue durante varios años la capital del “califato” autroproclamado del Estado Islámico hasta que fue expulsado en 2017.
La semana pasada, el EI anunció la muerte de su jefe, Abu al Husein al Huseini al Qurashi, en enfrentamientos en el noroeste de Siria.
Desde diciembre pasado, el grupo EI multiplicó sus ataques en Siria, donde perdió sus últimos bastiones en 2019, derrotado por las fuerzas kurdas y la coalición internacional antiyihadista liderada por Estados Unidos. El domingo pasado, seis militares sirios murieron en ataques del EI, según el OSDH.
Otro atentado del EI
El grupo yihadista Estado Islámico reivindicó el lunes el atentado suicida que tuvo lugar la víspera contra un mitin político en el noroeste de Pakistán, dejando 54 muertos, entre ellos 23 niños, a unos meses de las próximas elecciones.
El ataque, que ocurrió en la ciudad de Jar, a 45 km de la frontera con Afganistán, aumenta el temor a un periodo electoral sangriento. Pakistán sufre una grave crisis política desde la destitución en abril de 2022 del primer ministro Imran Khan.
Más de 400 miembros y simpatizantes del partido religioso conservador Jamiat Ulema-e-Islam (JUI-F), aliado clave de la coalición gubernamental, estaban reunidos el domingo bajo una carpa cuando un hombre detonó su chaleco lleno de explosivos cerca del escenario.
“Viví escenas terribles: cuerpos sin vida esparcidos por el suelo mientras la gente pedía ayuda a gritos”, contó a AFP Fazal Aman, que se encontraba cerca de la carpa cuando la bomba explotó.
Shaukat Abbas, un alto funcionario del departamento antiterrorista, indicó que 54 personas murieron y agregó que 23 víctimas eran menores de 18 años. Anwar ul Haq, comisionado adjunto del distrito, confirmó el número de muertos.
El grupo Estado Islámico reivindicó el ataque e informó en un comunicado emitido por Amaq, el órgano de difusión del grupo, que un combatiente detonó un chaleco explosivo en medio de la multitud. No es la primera vez que la rama local del grupo yihadista ataca mítines del JUI-F.
El atentado se produce a unas semanas antes de la disolución de la Asamblea Nacional del país, en vistas a las elecciones previstas para octubre o noviembre.
Con información de AFP*