El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, dijo este lunes que se está usando el origen de la pandemia del coronavirus como una estrategia política en contra del país asiático.

“Se debe dejar de politizar el trabajo de rastreo de los orígenes de la covid-19 y, al público, no dejarse engañar por las mentiras y la desinformación”, dijo Wenbin en declaraciones recopiladas por la Agencia Anadolu.

Recientemente, distintos gobiernos y entidades, incluido Estados Unidos, han llevado a cabo nuevas exigencias con el fin de que se cree otra investigación sobre el origen del coronavirus.

“Esos supuestos científicos son políticos. Los verdaderos científicos con una posición neutral se enfrentan a ataques de fuerzas extremas de ciertos países”, criticó Wenbin, al comentar los llamados de algunos países y científicos para que se realice otra investigación para determinar la causa de la pandemia.

El funcionario chino también invitó a los líderes mundiales a “dejar de politizar” el trabajo de rastreo de los orígenes de la pandemia del coronavirus.

Según el diario chino Global Times, Wang dijo que un equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que visitó China a principios de este año para una investigación, “ya había publicado una conclusión científica” sobre el origen de la covid-19.

Posteriormente, China y la OMS publicaron un estudio en conjunto en el cual afirmaban que no había las pruebas suficientes para determinar que el coronavirus había estado en Wuhan antes de diciembre de 2019.

Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos ha dicho en repetidas ocasiones que los investigadores de la OMS no tuvieron acceso a la información necesaria por parte de China para poder determinar el origen del virus.

Semanas atrás, los líderes del G7, conformado por Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Canadá, Alemania, Italia y Japón, pidieron un “estudio oportuno, transparente, dirigido por expertos y con base científica convocado por la OMS sobre los orígenes de la covid-19”.

Previamente, la Unión Europea y Estados Unidos ya habían lanzado alertas y solicitado que se llevaran a cabo nuevos estudios sobre el origen de la pandemia, pero basados en la transparencia y con todo el acceso posible a los datos e información relacionada.

De acuerdo con distintos expertos y gobiernos, las investigaciones cada vez presentan más dificultades, puesto que el régimen chino continúa obstaculizando los avances que puedan tener quienes la llevan a cabo.

La principal hipótesis dice que el virus tendría origen en los murciélagos, pero la comunidad científica lleva a cabo estudios para determinar si el contagio a humanos se dio por otra especie, pues se cree que el virus comenzó a circular en el mercado de Huanan, en el que se vendían animales silvestres de manera ilegal previo a la pandemia, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Scientific Reports.

Por tal motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) envió una misión de expertos al gigante asiático para hacer un análisis de las granjas que suministraban estos animales salvajes a los mercados locales.

Pero la sorpresa se dio cuando descubrieron que la mayor parte de esos animales habían desaparecido por orden del régimen, el cual obligó a que los granjeros se deshicieran de los animales salvajes que criaban o atrapaban, ya fuera matándolos, vendiéndolos o liberándose.

“El Gobierno los compró y los hizo matar a todos”, explicó Yang Bo, un agricultor de la provincia suroccidental de Yunnan, en diálogo con The Wall Street Journal, quien dijo además que tuvo que despedir a todos sus trabajadores.

Ante esto, el equipo enviado por la OMS y destacados científicos afirmaron que estas acciones obstaculizan en gran medida la búsqueda del origen del virus causante de la pandemia que atraviesa el planeta.