Días difíciles para el mundo. Hoy la humanidad se encuentra frente a adversidades que se transforman en crisis económicas, bélicas, de desastres naturales, de salud; con solo voltear entre 2020 y 2021, covid-19, pandemia mundial con más de 15 millones de fallecidos.

Pero siempre llegan buenas nuevas, como sucedió hace dos semanas en Israel, con un ilustre visitante, Iván Duque, expresidente de Colombia, quien llegó bajo las actuales circunstancias de guerra, con un selecto grupo de jóvenes colombianos innovadores de las comunidades I+D. Un gran reto. En la capital del Estado de Israel nos encontramos.

El expresidente Duque creó la Fundación Innovación para el Desarrollo con el fin de fomentar emprendimientos sustentables, liderados por jóvenes de la profunda Colombia, en distintas áreas del saber. Los conocí en Jerusalén, y recuerdo el nombre de uno de ellos, Nicolás, tocayo, del Valle del Cauca; nos sentamos juntos en la cena. Le regalé una libreta que tenía la imagen de Golda Meir. Me preguntó quién era, y aquí comenzaba la presencia mágica de la dama de hierro de Israel.

Nicole Mischel junto al expresidente Iván Duque. | Foto: SEMANA

Tiempos de violencia exacerbada incomprensible, allí la genialidad busca el despertar. La fundación de Iván Duque es una filantropía diferente, no exactamente para descubrir la vacuna del cáncer o disminuir el efecto invernadero. Es sobre un aspecto que descuidan los líderes del mundo: la gente, la gente.

Traerlos a Tierra Santa es enriquecedor y positivo para que observen, vean en la piel de un pueblo israelí resiliente cómo salir adelante.

La filantropía debe tener una voluntad y un propósito. El bien sobre el mal. ¿Que es difícil? Por supuesto, pero todo objetivo loable, claro y consensuado tiene sus dificultades; cree firmemente que la vía expedita para llegar a la paz es la educación.

Entrevista de Iván Duque con la periodista Nicole Mischel | Foto: SEMANA

¿Coincidencia o premonición? Israel nace un 14 de mayo de 1948. Se lo debemos al padre fundador David Ben Gurión; somos un Estado joven y un pueblo antiguo. Haber llegado a la tierra prometida y mantenernos ha sido complejo. Traigo esto a colación. ¿Concurrencia? La hermana Colombia, un mes antes, el 9 de abril de 1948, asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán; se instauró la violencia que aún no acaba.

Colombia no sale de esa espiral, igual que Israel. Es una pesadilla que va y regresa. Trágico y doloroso el asesinato de Miguel Uribe Turbay, ha sido un regreso, impactó los cimientos morales de la sociedad colombiana.

Aquí después del 7 de octubre de 2023 no somos los mismos. ¿Cómo tanto odio? A Iván Duque, ser hombre de Estado le confiere una experiencia; ese tiempo difícil y denso lo hizo comprender que la vía para llegar a la paz es la educación. Creer en la gente, su lema.

La verdad verdadera

El Hotel King David, sin duda, mágico, lleno de historias, una leyenda viva con sus paredes de caliza rosa de las canteras de ciudad vieja; no olvidar que el monte del calvario fue una cantera. Con ella se construyeron los muros de Jerusalén. Los salones, las sillas hablan. Le hice una pregunta curiosa. ¿Por qué su relación con el judaísmo? Se fue atrás, me vio firme, desde dentro. Hubo un pequeño silencio. Relató que su abuela Stella Tono le hablaba de Golda Meir, madre fundadora de Israel. Nada sencillo para una mujer judía llegar a primer ministro en 1969 sin preparación académica, ya que únicamente asistió a la Escuela Normal Superior de Milwaukee, donde se formó como maestra; pero tenía el coraje y los principios, y, sobre todo, la voluntad de poder arraigarse a tierra prometida, cuando ciertamente en esos años para las mujeres no era permitido, solo por el linaje a las reinas.

Golda Meir, ex primer ministra de Israel. | Foto: Golda Meir

Es impactante. Aquí nos enseñan desde niños una frase de Golda: la antigua nueva tierra. Sin duda lo expresa todo.

Al margen, luego de la conversación con Iván Duque, me enteré de que Golda Meir había estado varias veces en este Hotel King David.

Preocupan nuestros hijos

¿Solución? La familia, los valores dentro, ese sentarse a cenar, como lo es el sabbat en el judaísmo, da fortaleza en estos tiempos complejos y también soluciones. Llevo en mi corazón una frase aleccionadora que aprendí en mi colegio en Caracas, de nuestro libertador Simón Bolívar: “Un pueblo ignorante es instrumento de su propia destrucción”.

¿Qué nos une? Creer en Dios, un hombre de fe, lograr que la educación sea el pilar en todos los niveles de la sociedad y habremos conseguido la paz.

Iván Duque recibió en Jerusalén el Premio a la Igualdad e Inclusión social del Centro Shalva, de la mano de su fundador, Kalman Samuels. Enhorabuena, honor a quien honor merece. Posee una significación especial, pues es un emprendimiento construido sobre una necesidad; esos son los auténticos, son genuinos, tienen más de 30 años dedicados a emular personas con discapacidad para integrarlos a la sociedad.

Pero en medio de ese privado salón del hotel, con olor a historia de 1931, cuando se construyó, pasé con Iván Duque a un tema más álgido y controversial: la reunión que sostuvo con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a pesar de ser un hombre de paz. Duque aquí se coloca del lado correcto de la historia, pues con terroristas no se negocia. Se opuso al acuerdo de paz con las Farc, en los términos propuestos había intereses oscuros. La droga es el instrumento del demonio.

Primer Ministro de Israel, Benjamin Netayahu. | Foto: AFP or licensors

Rehenes, Israel y Colombia, el mismo modus operandi, allá, aquí. Asesinatos selectivos causan sensacionalismos, es obvio, el interés de llamar la atención mundial. ¿Queremos paz?

El narcoterrorismo está infectado en casi toda Suramérica; no es fácil, pues lastimosamente el mercado existe. Pero así como en el cigarro funcionó la campaña mediática en las cajetillas, en los avisos en todas partes, prohibido en sitios públicos, disminuyó el consumo; con las drogas es diferente, pues es un problema de Estado, y así lo asumió Duque cuando tuvo que dirigir los destinos de Colombia. Sin duda alguna, destruye, y rápido, lo cognitivo del ser humano, la conciencia; la cocaína y el fentanilo están acabando con la juventud, y aplaudo al presidente Trump. Va por buen camino, pensar de manera firme por las nuevas generaciones. Acabar con los carteles de la droga al precio que sea.

El país vecino de Colombia, con quien comparte más de 2.500 kilómetros de fronteras, lo ha sufrido bajo el mandato de un populista que creó un narco-Estado. Duque, sin tapujos, lo dijo: Maduro es un dictador, un violador sistemático de los derechos humanos y ha amedrentado a su pueblo, lo ha lacerado de manera sistemática.

Pragmatismo puro. El terrorista desdibuja el idealismo; al fanatizar, es otra la visión del ser humano, una interpretación maligna de los designios de Dios.

Nicolás Maduro, dictador venezolano. | Foto: AFP or licensors

Duque tendrá un papel preponderante en las elecciones del próximo año, pues dirigió los destinos hace menos de diez años. Muy cerca el 8 de marzo de 2026. Lo conversamos entre café y café en Jerusalén. Señaló el cuidado que debemos tener con la manipulación de los medios sociales. En ello advierte su papel y la ingente aparición de la inteligencia artificial; los algoritmos son muy peligrosos en campañas electorales. Señala con solo ver a Venezuela: cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo.

La conversación finalizó como en los colegios al final del curso, un intercambio, en este caso fueron libros. De su parte, de su autoría, Fuerza y voluntad, dos palabras llenas de sabiduría; me encantó cuando Tony Blair le escribió en el prólogo: “Espero que este no sea solo un libro para leer y disfrutar, sino uno que inspire a la acción”. A mí ya me está inspirando. De mi parte, como comunicadora social, para comprender el judaísmo contemporáneo, le obsequié No en nombre de Dios, de Jonathan Sacks, embajador mundial de los judíos. Fue el gran rabino del Reino Unido durante 22 años, lord rabino, filósofo, llegó incluso a viajar a Amán para reunirse con el rey Huseín y su hermano, el príncipe Hasán, en un intento de unir a judíos y musulmanes en Medio Oriente.

En nuestro caso, al gran Medio Oriente, que debe surgir, cuando todo esto acabe, regrese hasta el último secuestrado, se eliminen los terroristas. Como dice Duque, mientras Hamás exista, las oportunidades de paz no las tendrá esta región, se solucione la complejidad del pueblo gazatí, se expandan los Acuerdos de Abraham y Arabia Saudita entre en escena con Israel, como estaba previsto antes del 7 de octubre. Así como fue en sus tiempos la Gran Colombia, inspirada en el sueño del libertador Simón Bolívar, para crear un Estado suramericano fuerte y unido. La paz esté con nosotros.