Un grupo de grandes productores agrícolas, incluyendo la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Australia, se comprometieron a garantizar la seguridad alimentaria en el mundo pese a las perturbaciones provocadas por la invasión rusa a Ucrania.

“Nos comprometemos a trabajar conjuntamente para asegurar que haya comida en una cantidad que sea suficiente para todo el mundo, incluyendo los más pobres, los más vulnerables y las personas desplazadas”, escribieron los países. Ese documento fue firmado por 51 países miembros de la Organización Mundial de Comercio, incluyendo Costa Rica, Chile, México y Paraguay.

Los productores también prometieron que van a mantener los mercados “abiertos, previsibles y transparentes sin imponer medidas comerciales restrictivas que sean injustificadas”. Los países firmantes destacan que las medidas de emergencia tomadas para hacer frente a la situación deben provocar el menor número de distorsiones posibles y que estas sean temporales, específicas y proporcionadas.

También piden que los productos comprados por el Programa Mundial de Alimentos, que está en primera línea para intentar compensar las pérdidas en los mercados de grano y de aceite debido por la situación en Ucrania, estén exentos de cualquier restricción o prohibición de exportación. Rusia y Ucrania son dos importantes exportadores de trigo, maíz, colza y aceite de girasol.

Este anuncio se da luego de que los precios mundiales de los alimentos bajaran ligeramente en abril, tras haber alcanzado un nivel récord en marzo, pero se mantienen en niveles altos debido a la guerra de Ucrania, aseguró la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Un “modesto descenso de los precios del aceite vegetal y los cereales” hizo que el índice de precios de los alimentos de la FAO, que sigue la variación mensual de los precios internacionales de una canasta de alimentos básicos, cayera un 0,8 % respecto a marzo.

El descenso del 5,7 % en el índice de aceites vegetales de la FAO en abril tiró a la baja la media, pero los precios se mantienen en un nivel históricamente alto debido a la “incertidumbre sobre los suministros exportables” de aceite de palma de Indonesia, el mayor exportador del mundo.

Desde que el Gobierno indonesio anunció un embargo hace diez días, el precio del aceite más consumido del mundo subió casi un 14 %. El índice de cereales de la FAO bajó ligeramente un 0,7 % en abril, gracias a una caída del 3 % en los precios mundiales del maíz. Los precios del trigo siguen sufriendo el cierre de los puertos ucranianos y las incertidumbres meteorológicas para la cosecha estadounidense, por lo que subieron un 0,2 %.

“Este ligero descenso en el índice es un alivio bienvenido, especialmente para los países de bajos ingresos, pero los precios de los alimentos permanecen cerca de sus recientes máximos”, dijo Máximo Torero Cullen, economista de la FAO.

La Red Mundial contra las crisis alimentarias, de la que forma parte la FAO junto a la Unión Europea y el Programa Mundial de Alimentos, dijo que casi 200 millones de personas sufrían inseguridad alimentaria aguda antes del inicio de la guerra de Ucrania.

Con información de AFP

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