El presidente de Chile, Gabriel Boric, llamó este martes a no olvidar los crímenes de las dictaduras para no repetir la historia, tras una emotiva recorrida por un antiguo centro clandestino de detención en Buenos Aires, junto al mandatario Alberto Fernández.

“Agradezco la invitación a recorrer estos tétricos pasillos, pero donde la llama de la memoria está viva y nos obliga a recordar y ser conscientes de que si nosotros estamos aquí es gracias a los que por aquí pasaron”, declaró Boric en el último día de su visita de Estado a Argentina, el primer país que visita como presidente.

A las puertas del Museo Sitio de Memoria Esma (Escuela de Mecánica de la Armada) donde funcionó uno de los principales centros de detención y tortura de la dictadura argentina (1976-1983), el presidente izquierdista chileno se mostró conmovido al abrazarse con representantes de las organizaciones Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Ancianas, pero muy vitales, estuvieron Lita Boitano, Nora Cortiñas, Taty Almeyda y Buscarita Roa, la única chilena que integra Abuelas de Plaza de Mayo, que entregaron al visitante un pañuelo blanco, emblema de Madres, y un cuadro con otro pañuelo donde se lee “las Abuelas al presidente Boric. Marzo 2022″.

“Fue muy emotivo. Es joven y tiene mucho trabajo por delante. Estamos seguros de que va a cumplir con su pueblo que lo votó”, declaró a la AFP Cortiñas, de 92 años, al retirarse del predio de 17 hectáreas de la Esma, donde desde 2004 tienen su sede diferentes organismos de derechos humanos.

Además de las comitivas de ambos presidentes, participaron del encuentro sobrevivientes de la Esma, y representantes de los que siendo bebés fueron entregados ilegalmente en adopción a familias por agentes de la dictadura.

Se estima que unos 400 bebés fueron robados tras nacer durante el cautiverio de sus madres, luego desaparecidas. De estos, 130 han recuperado su identidad.

“Horror y solidaridad”

“Acá se siente el horror y la solidaridad. Es estremecedor”, declaró Boric en rueda de prensa luego de abrazarse con su ministra de Defensa, Mayra Fernández, visiblemente conmovida.

“Saber lo que ocurrió acá, los horrores, lo que no queremos. Por eso queremos fortalecer la democracia, de ahí el abrazo cariñoso (con Boric), porque no es fácil escuchar los relatos de lo que ocurrió en este lugar. Pensé en las personas que pasaron por acá, ni siquiera en mi propia vida”, dijo a la AFP Fernández, nieta del expresidente Salvador Allende, quien se suicidó el 11 de septiembre de 1973 durante el golpe militar de Augusto Pinochet.

La visita al sitio por donde fueron presas y torturadas unas 5.000 personas, la mayoría de las cuales fueron muertas o desaparecidas, se prolongó por más de dos horas y fue considerada “fundamental” por el presidente chileno. En total, los organismos de derechos humanos estiman en 30.000 las personas desaparecidas por la dictadura.

Boric, de 36 años, anunció que Chile apoyará la candidatura del Museo Memoria Esma para ser declarado patrimonio por la Unesco.

“Modelo agotado”

Antes de la visita al museo de memoria, Boric inauguró un foro empresarial para fomentar inversiones públicas y privadas.

“En Chile, la economía viene estancada hace muchos años, la productividad viene estancada. Tiene que ver con un modelo de desarrollo que cumplió su ciclo, que está agotado”, dijo Boric, al invitar a “todos los sectores a participar en lo que queremos construir, y lograr empezar un nuevo camino”.

Tras visitar la Esma, el presidente se dirigió al Museo de Bellas Artes que albergará por tres años una serie de siete pinturas del artista plástico argentino Ernesto Deira, recuperadas recientemente y que habían estado desde 1971 en Chile. Hasta hace poco se pensó que las obras habían sido destruidas por orden de Pinochet.

También tiene previsto un encuentro con la comunidad chilena, antes de regresar a Santiago este mismo martes.

*Con información de la AFP.