El Senado estadounidense rechazó una propuesta que exigía la autorización del Congreso para cualquier acción militar emprendida por el presidente Donald Trump en contra de Venezuela.
La iniciativa, presentada de forma bipartidista, fue desestimada por un estrecho margen de 49 votos a favor y 51 en contra, resultado que requería una mayoría simple para ser aprobada.
Dos senadores republicanos —Lisa Murkowski, de Alaska, y Rand Paul, de Kentucky— se sumaron a los 47 demócratas que apoyaron la resolución.
Esta votación tuvo lugar tras una serie de más de una docena de operaciones militares dirigidas contra presuntas embarcaciones dedicadas al narcotráfico en el Caribe, el Pacífico Oriental y otras zonas cercanas a las costas latinoamericanas, ataques que han dejado al menos 66 personas fallecidas.
El mes anterior, Trump había señalado que no solicitaría la autorización del Congreso para llevar a cabo nuevas ofensivas militares contra presuntos narcotraficantes. En su lugar, afirmó: “Simplemente vamos a matar a quienes introducen drogas en nuestro país”.
Por su parte, el senador republicano Todd Young, representante de Indiana y crítico constante de las administraciones que han emprendido acciones bélicas sin el visto bueno del Congreso, aclaró en un comunicado emitido el jueves que su voto en contra “no supone un respaldo al rumbo actual de la Administración en el Caribe y el Pacífico Oriental”.
Entre tanto, El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció el despliegue de su mayor portaaviones, el ‘USS Gerald R. Ford’, en el marco de la lucha contra las organizaciones transnacionales dedicadas al narcotráfico en aguas del Caribe.
“Una mayor presencia de fuerzas estadounidenses en el área de responsabilidad del Mando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM) reforzará la capacidad de Estados Unidos para detectar, supervisar y desmantelar actores y actividades ilícitas”, dijo el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, en un mensaje en redes sociales.
En este sentido, dijo que dichas fuerzas “fortalecerán las capacidades existentes para desmantelar el narcotráfico”, así como “reducir” las actividades de las organizaciones transnacionales en la región latinoamericana.
La semana pasada, Trump afirmó que no contempla ordenar ataques militares en Venezuela, aunque a principios de octubre había sugerido lo contrario.
La Casa Blanca declaró que los ataques con lanchas forman parte de una iniciativa antidrogas, pero legisladores y analistas de ambos partidos sostienen que el objetivo real es aumentar la presión sobre Maduro para que abandone el cargo, según el Wall Street Journal.