Una ciudad china de 3,5 millones de habitantes cerca de la frontera con Vietnam fue puesta en cuarentena este lunes 7 de febrero tras descubrir más de 70 casos de covid-19 en los últimos tres días.

Autoridades locales de la ciudad de Baise, en la región sureña de Guangxi, anunciaron que toda la ciudad sería confinada, con residentes de algunos distritos sin poder salir de casa y nadie podrá salir de la urbe.

China, que sigue una rígida política de cero covid-19, se mantiene en alerta por cualquier brote mientras se realizan los Juegos Olímpicos de Pekín. “Se aplicarán controles de tránsito”, indicó el vicealcalde Gu Junyan al anunciar la medida. “En principio, vehículos y personas no podrán entrar o salir de la ciudad”, destacó.

Los pobladores de algunos barrios en pequeñas ciudades rurales y condados bajo la jurisdicción de Baise también fueron puestos bajo estricto confinamiento domiciliar, mientras otros no podrán salir de su distrito, agregó Gu.

Baise, a 100 km de la frontera con Vietnam, detectó su primer contagio local del virus en un viajero que llegó a participar en el Festival de la Primavera, según las autoridades.

Desde el inicio de la pandemia, China ha cerrado sus fronteras para impedir la entrada de migrantes indocumentados de Vietnam y Birmania, así como posibles contagiados con el coronavirus.

China mantiene una política de cierres estrictos, pruebas clínicas masivas y aplicaciones para el trazado de contactos para erradicar los brotes del virus apenas aparecen, con lo cual ha mantenido un bajo nivel de infecciones y muertes.

Hong Kong, inundado de contagios de covid-19

Las autoridades de Hong Kong anunciaron un número récord de nuevos contagios por coronavirus, apresurando a aumentar la capacidad de análisis de detección del virus y advirtiendo que podría ser necesario un endurecimiento de las medidas sanitarias.

Al igual que China continental y gran parte de Asia oriental, Hong Kong ha seguido durante mucho tiempo una estrategia de lucha contra el virus mediante el rastreo de contactos, cierres selectivos y largas cuarentenas.

Mientras gran parte del mundo ha optado por abrirse y convivir con el covid-19, la ciudad se ha mantenido firme, y la líder de Hong Kong, Carrie Lam, insiste en que sigue comprometida con la consecución de “cero covid”, incluso cuando las infecciones aumentan.

El sábado 5 de febrero, la ciudad registró 351 casos confirmados, la cifra diaria más alta desde el inicio de la pandemia, con 161 contagios no localizables o pendientes de investigación.

“Basándonos en el actual ritmo de crecimiento de los casos, estimamos que las instalaciones (de aislamiento médico) pronto serán incapaces de poner en cuarentena a todos los pacientes”, declaró a la prensa la jefa de Sanidad, Sophia Chan.

Chan instó a los ciudadanos a quedarse en casa para frenar la propagación del virus, aunque destacó que los análisis de las aguas residuales habían revelado que el virus ya se había encontrado en gran parte de la ciudad.

Las autoridades sanitarias también anunciaron que flexibilizarían las normas que hicieron que miles de contactos cercanos de personas infectadas fuesen detenidas en un centro gubernamental, sugiriendo que podrían estar en cuarentena en sus hogares, dependiendo de su nivel de riesgo.

Esto liberaría camas de hospital y tendría en cuenta el hecho de que la variante ómicron, que constituye la mayoría de los nuevos casos en Hong Kong, provoca síntomas más leves, añadieron las autoridades.

Hong Kong ha registrado más de 15.000 casos confirmados de coronavirus con 213 muertes.

Con información de AFP