El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) anunció que se retiraron más de 4 millones de libras de pollo de tiendas y supermercados de varias regiones del país norteamericano.

El retiro se dio por la presencia de metales en la proteína animal, por lo que habría posibilidad de contaminación en los alimentos y causaría peligros para la salud.

Un pollo contaminado puede ser perjudicial para la salud. | Foto: Photosiber

El retiro se dio voluntariamente por solicitud de las entidades sanitarias de Estados Unidos, y la empresa distribuidora no reportó consumidores afectados por los pollos contaminados.

¿Cuál empresa realizó el retiro de los pollos?

La compañía que produce los pollos, Hormel Foods Corporation, con sede principal en Austin, Minnesota, confirmó el retiro de 2.000.000 kg de pechuga y muslo de pollo congelados, tras los comentarios de varios clientes que vieron pedazos de metal en los productos.

Tras la investigación pertinente, la empresa concluyó que los metales son de una cinta transportadora que se usa para el proceso de producción de los alimentos.

No se han reportado lesiones en relación con el retiro, pero el USDA ha clasificado la situación como “Clase I”, lo que significa que consumir el pollo podría provocar problemas de salud graves o la muerte.

La empresa retiró los productos de forma voluntaria. | Foto: © 2025 SOPA Images

Los lotes de pollo retirados del mercado

La empresa distribuidora, HRI Commercial Food Service, fue la encargada de suministrar los pollos a las diferentes partes destinadas en todo EE. UU., entre el 10 de febrero y el 19 de septiembre de 2025.

El pollo es uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo. | Foto: Reuben Schulz

Los productos de pollo congelado se vendieron a establecimientos de servicio de alimentos, ya que los consumidores no pueden comprarlos directamente.

Así bien, es poco probable que consumidores caseros hayan tenido contacto con el producto en sus casas.

Aun así, el Servicio de Inocuidad e Inspección de Alimentos (FSIS, por sus siglas en inglés) advierte que más productos contaminados podrían estar en congeladores de hoteles, restaurantes e instituciones.

El procedimiento a seguir es desecharlos y ante cualquier alarma de haber ingerido pedazos de metal, reportar inmediatamente a las autoridades.