Costco lanzó un golpe judicial contra los aranceles de emergencia del presidente Donald Trump.
Por eso, ha presentado una demanda que busca frenar los gravámenes, recuperar millones ya pagados y cuestionar la base legal con la que la Casa Banca ha intentado reconfigurar en el comercio exterior de Estados Unidos.
¿Qué está haciendo Costco frente a los aranceles de Trump?
Costco abrió un frente inesperado en la creciente tensión entre grandes corporaciones e instituciones federales al presentar una demanda ante la Corte de Comercio Internacional.
La compañía sostiene que los aranceles impuestos por Trump bajo la International Emergency Economic Powers Act (IEEPA), no solo afectan su modelo de importación, sino que además se apoyan en una interpretación excesivamente amplia de los poderes presidenciales.
De acuerdo a lo que ha informado en un artículo Newsweek, la legislación, creada para actuar frente a amenazas externas urgentes, no autoriza, según argumenta la empresa, la imposición de tarifas masivas sobre importaciones comerciales, un ámbito tradicionalmente reservado al Congreso.
La Corte Suprema ya escuchó los argumentos sobre la constitucionalidad de los aranceles, y varios magistrados expresaron dudas sobre si el Ejecutivo puede usar poderes de emergencia para rediseñar políticas comerciales de largo alcance.
Sin embargo, incluso si los jueces invalidan los gravámenes, no está claro que las empresas puedan recuperar lo pagado.
La agencia aduanera, Customs and Border Protection, rechazó extender los plazos para calcular y reclamar reembolsos, una decisión que deja a muchos importadores en riesgo de perder millones si sus operaciones ya fueron liquidadas.
Costco, con ventas anuales superiores a los 275.000 millones de dólares, no es ajena a la presión arancelaria.
En los últimos meses, ha ajustado su estrategia reduciendo el número de proveedores extranjeros, aumentando el abastecimiento local e impulsando su marca propia, Kirkland Signature, para sortear la volatilidad de precios.
La empresa también ha buscado absorber el impacto sin trasladarlo de forma drástica al consumidor, especialmente en productos esenciales, lo que ha reforzado su posición competitiva frente a otros minoristas más vulnerables a los costos de importación.
Por otra parte, la empresa también ha buscado absorber el impacto de las medidas arancelarias, sin trasladarlo de forma drástica al consumidor, especialmente en productos esenciales.
Esto ha reforzado su posición competitiva frente a otros minoristas más vulnerables a los costos de importación.
Un precedente histórico en la imposición de aranceles
Si la Corte Suprema concluye que la IEEPA no permite al presidente imponer aranceles amplios, limitaría el margen que la Casa Blanca ha usado durante décadas para reaccionar ante crisis económicas o geopolíticas mediante ajustes comerciales rápidos.
A la vez, podría abrir la puerta a solicitudes de devolución masiva de aranceles, un proceso caótico y costoso tanto para el gobierno como para las empresas que dependen de cadenas globales de suministro.
Para importadores pequeños y medianos, el fallo será determinante.
Muchos de ellos ya enfrentan incertidumbre financiera ante la posibilidad de no recuperar aranceles pagados bajo reglas que, según alegan, no debieron aplicarse, como se registra en el medio de referencia.
En sectores sensibles como electrónica, textiles, alimentos y muebles, la volatilidad se ha convertido en norma y amenaza, que ha derivado en aumentos de precios, interrupciones logísticas o incluso cierres de negocios.
La demanda de Costco no es solo un choque entre una corporación y la administración Trump, sino un debate profundo sobre los límites del poder presidencial y el futuro del comercio estadounidense.
Lo que está en juego no es únicamente la devolución de millones, sino la arquitectura legal que rige cómo Estados Unidos se protege, negocia y compite en un mercado global cada vez más tenso y disputado.