El empresario cripto Ross Calvin planea construir en la bahía de San Francisco una figura de Prometeo más alta que la icónica Estatua de la Libertad, aunque su proyecto apenas ha recaudado cinco dólares y enfrenta enormes trabas legales y técnicas.

Una nueva visión para San Francisco

Un ambicioso proyecto que aspira a transformar la isla de Alcatraz Island (bahía de San Francisco) en un símbolo de tecnología, emprendimiento y cambio de paradigma cultural ha sido revelado esta semana.

El empresario del mundo de las criptomonedas Ross Calvin, fundador de la firma minera de bitcoin Parhelion, pretende levantar un monumento de 450 pies de altura (alrededor de 137 metros), bautizado como “American Colossus”, dedicado a la figura mitológica de Prometeo.

Un artículo de Newsweek asegura que el coste estimado del proyecto ronda los US$450 millones y contempla además un museo subterráneo adjunto, denominado Prometheion Museum, que exploraría los vínculos entre mito, innovación y “la libertad del hombre”, según el propio Calvin.

¿Qué tan viable es hacer este megaproyecto?

Aunque el proyecto está sobre la mesa, antes de que se pueda convertir en una realidad deberán tenerse en cuenta algunas consideraciones:

En primer lugar, su tamaño. La Estatua de la Libertad mide aproximadamente 305 pies desde su base hasta la antorcha (unos 93 metros), mientras que el American Colossus buscaría superar esa altura por unos 150 pies, reconfigurando el perfil visual de la bahía.

Por otra parte, el proyecto del American Colossus está propuesto para construirse en la isla de Alcatraz, que se encuentra en la bahía de San Francisco, California, así que cualquier intento de levantar allí una estructura monumental, requeriría de ciertos permisos específicos, al ser propiedad del gobierno de EE. UU. y tener protección patrimonial e histórica.

Finalmente, aunque se estiman US$450 millones para el proyecto, hasta ahora los fondos recaudados son mínimos.

El Coloso Americano combina una gran idea con muchos desafíos. Su creador quiere transformar Alcatraz en un símbolo de libertad e innovación, pero el plan enfrenta serios problemas.

Por ahora, el coloso parece más un sueño ambicioso que una obra posible, aunque deja abierta la pregunta sobre qué tipo de monumentos quiere crear Estados Unidos en el futuro.