Investigadores estadounidenses confirmaron que el consumo prolongado de cannabis puede desencadenar la hiperémesis cannabinoide, un trastorno severo caracterizado por vómitos intensos y dolor abdominal que ya fue incorporado a la clasificación oficial de enfermedades.

¿Qué han logrado descubrir los científicos sobre el consumo del cannabis?

En un giro clave para la medicina moderna, investigadores estadounidenses han logrado que la hiperémesis cannabinoide, un síndrome grave vinculado al consumo crónico de cannabis, sea reconocido formalmente por organizaciones de salud internacional.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asignado un código específico al trastorno, R11.16, en su más reciente actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades, un paso que marca una antes y un después para su diagnóstico y seguimiento clínico.

De acuerdo a lo que registran medios como Infobae, esta decisión no es solo simbólica, pues al contar con un marco unificado para registrar cada caso, los médicos podrán finalmente agrupar los reportes de pacientes que, hasta ahora, se presentaban como anécdotas clínicas sin una etiqueta clara.

Para los investigadores, esto facilita poder trazar patrones con mayor rigor.

Investigadores estadounidenses analizan nuevos casos de hiperémesis cannabinoide para comprender por qué este síndrome estomacal golpea solo a ciertos consumidores habituales de cannabis.. | Foto: Getty Images

Implicaciones para los pacientes y la comunidad científica

Aunque el consumo regular de cannabis ha sido identificado como su principal desencadenante, los científicos aún no tienen claridad sobre por qué algunas personas desarrollan el síndrome y otras no.

De hecho, muchos rechazan la idea de que el cannabis sea la causa, sobre todo si lo usan con fines terapéuticos o recreativos desde hace años.

La inclusión del nuevo código diagnóstico en la clasificación internacional abre un camino prometedor: podrá mejorar la vigilancia epidemiológica, facilitar estudios prospectivos y, en última instancia, fomentar el desarrollo de tratamientos específicos.

También permitirá a las autoridades sanitarias y a los profesionales de salud diseñar estrategias más efectivas para prevenir, diagnosticar y tratar este síndrome, que hasta hace poco permanecía demasiado oculto en el debate sobre los beneficios y riesgos del cannabis.

A medida que los hospitales de Estados Unidos reportan más casos, los médicos coinciden en que el verdadero desafío es lograr que los pacientes reconozcan el vínculo entre sus síntomas y el consumo regular de cannabis.

Muchos llegan a las salas de emergencia tras días de vómitos incontrolables, deshidratación severa y dolor abdominal incapacitante, sin imaginar que la causa podría ser una sustancia que, irónicamente, algunos usan para aliviar las náuseas.

Esa desconexión complica el diagnóstico temprano y retrasa el tratamiento adecuado.

Los investigadores advierten que, aunque el síndrome de hiperémesis cannabinoide no es nuevo, su reconocimiento oficial permitirá identificar patrones, estudiar factores de riesgo y entender por qué solo ciertos usuarios desarrollan la afección.

Con el nuevo código internacional asignado, los especialistas esperan que los sistemas de salud puedan llevar un registro más riguroso y, eventualmente, impulsar campañas de prevención que adviertan sobre un riesgo que hasta hace poco parecía impensable.