Un veterano de Estados Unidos, que perdió las dos piernas en medio de la guerra, demandó a la aerolínea Delta Airlines, luego de que los tripulantes de un vuelo lo obligaron a cambiar su asiento, el cual estaba junto a la salida de emergencia, a pesar de que el exmilitar se mostró dispuesto a ayudar ante cualquier accidente.
Matias Ferreira, de 36 años, detalló recientemente que el pasado mayo tomó un vuelo desde el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, ubicado en la ciudad de Nueva York, pero que fue obligado a cambiar de asiento, debido a que la silla junto a la salida de emergencias está destinada para las personas que puedan actuar ante una eventualidad, según la demanda que fue presentada el lunes 10 de noviembre.
Ferreira usa dos prótesis que le permiten caminar y realizar cualquier actividad con normalidad.
“No quiero que los niños con los que he trabajado y que usan prótesis sientan que no pueden hacer algo porque alguien les dijo ‘eres un estorbo’, y eso es esencialmente lo que sentí ese día”, dijo el veterano en entrevista con New York Post.
“Sentía que me veían como una carga, no como un infante de marina de los Estados Unidos, no como un oficial de policía, no como un padre de dos hijos, no como una persona que juega al golf, practica paracaidismo, dispara y hace todo tipo de cosas”, agregó.
Según el reportaje, Ferreira perdió las piernas luego de pisar un artefacto explosivo cuando estaba sirviendo en Afganistán, en el 2011.
En su narración al medio mencionado, el hombre aseguró que ese día usaba un pantalón corto, con el que se veían sus prótesis, lo que, según considera, llamó la atención de los tripulantes que le pidieron el cambio de silla.
Los empleados de las aerolíneas suelen preguntar a las personas que se sientan en la fila junto a la salida de emergencia si están dispuestos a ayudar en caso de un incidente. Sin embargo, según detalla la demanda, la tripulación no le preguntó aquello a Ferreira y le pidió que se cambiara de asiento. Ante la situación, el veterano le informó a la azafata que se encontraba en las capacidades de ayudar, y que en el pasado había tomado vuelos en esa silla sin ningún problema.
No obstante, la azafata insistió en el cambio, incluso comunicó la situación con el piloto, quien apoyó la medida de la trabajadora, defendiendo que se trataba de las directrices de la Administración Federal del Transporte (FAA), por lo que Ferreira optó por hacer el cambio de silla.
“Es como si me hubieran arrebatado todas esas cosas que me costaron mucho tiempo lograr”, lamentó el hombre.
La demanda presentada el pasado lunes busca una indemnización por daños y perjuicios que no fue especificada. Además, Ferreira aseguró que también busca enviar un mensaje a Delta, y a todas las compañías aéreas, de que los pasajeros con prótesis no necesitan recibir un trato diferente.