Este fin de semana se volvió viral en redes sociales un video del torneo de tenis US Open, en el que un reconocido jugador le regaló su gorra a un niño que lo estaba saludando desde las gradas. Sin embargo, un adulto a su lado le arrebató el regalo y lo guardó rápidamente.
El momento desató todo tipo de comentarios negativos para el hombre, pues fue un claro acto de egoísmo.
Más tarde, se logró identificar al hombre como Piotr Szczerek, quien es el CEO de una empresa de ladrillos para pavimentar calles, llamada Drogbruk, ubicada en Polonia.
Ante la ola de rechazo que inundó las redes, y que además llegaron hasta su empresa, el director ejecutivo polaco optó por publicar su versión de los hechos. Aseguró que en ese momento pensó que la estrella de tenis, Kamil Majchrzak, firmó la gorra para sus hijos. No obstante, en el video es evidente que se la quita a otro niño que no venía con él.
“Quiero disculparme sin reservas con el chico afectado, su familia, la afición y el propio jugador”, escribió el empresario en su cuenta de Instagram. “Cometí un grave error”.
“En la emoción, en la alegría de la multitud después de la victoria, estaba convencido de que el tenista estaba entregando la gorra en mi dirección, para mis hijos, que antes me habían pedido autógrafos”, se sigue leyendo en su publicación.
“Es una lección de humildad dolorosa, pero necesaria para mí”, agregó.
Además, indicó que ya había pedido perdón al niño a quien le quitó la gorra, y a su familia también.
“Durante años, junto con mi esposa, me he involucrado en ayudar a niños y jóvenes deportistas, pero esta situación me mostró que un momento de descuido puede arruinar años de trabajo y apoyo”, aseguró el millonario.
“Por lo tanto, participaré aún más activamente en iniciativas de apoyo a la infancia y la juventud, así como en acciones contra la violencia y el odio”, sigue su mensaje. “Creo que solo con hechos podré reconstruir la confianza perdida”.
“Una vez más, pido disculpas a todos aquellos a quienes he decepcionado”, complementó.
Por su parte, el jugador de tenis, quien acababa de ganar el partido aquel día, se reunió más tarde con el menor involucrado, para ofrecerle otra gorra, también con su autógrafo, y un par de regalos más, como recompensa por el momento que vivió después del importante juego.