Un “no” rotundo recibió el exsenador del partido de la U, Carlos Roberto Ferro, por parte de la Corte Suprema de Justicia en su intento por anular el llamado a juicio por el delito de concusión.
La Sala de Instrucción de este alto tribunal rechazó la petición de nulidad presentada por la defensa del excongresista y dejó en firme la acusación en su contra.
Los hechos se refieren directamente al nombramiento de un funcionario en su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL).
Según la denuncia, este funcionario le habría entregado parte de su sueldo a personas cercanas al entonces congresista del Partido de La U.
Esta persona necesitaba dicho trabajo para cumplir con las semanas exigidas para acceder a su pensión.
El expediente contra el exsenador Ferro pasó a la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema.
La declaración contra Carlos Ferro
En 2023, SEMANA reveló la declaración que tiene ad portas de un juicio penal al exsenador y exministro del Interior por hechos que se presentaron en el año 2012.
El hombre aseguró que Ferro le exigió directamente la entrega de su sueldo, para lo cual le entregó los nombres de las personas a las que se les debía realizar la mencionada consignación y los números de las cuentas bancarias.
Valiéndose de su poder en el Congreso y de sus influencias -señaló el testigo- Ferro logró que atemorizar a las personas que tenían conocimiento sobre esta anómala actuación con el fin que no contaran nada.
A esto se le suma el asesinato del hermano del principal testigo, quien fue baleado en la vía que conduce del Alto de San Miguel a Fusagasugá en abril del año 2009.
En la apertura de la investigación se indica que el principal sospechoso fue una persona que hacía parte del esquema de seguridad del congresista.
Ferro habría utilizado sus influencias para lograr el traslado del policía al departamento del Tolima. Lo que afectó, en parte, la investigación.
En contra del exsenador existe otra declaración que lo deja muy mal parado frente al manejo que le daba a su UTL: Leonor Serrano de Camargo, una de las más poderosas dirigentes políticas de Cundinamarca y quien llegó a ocupar la curul de Ferro.
En su declaración, que está consignada en el escrito de acusación, se cita que el excongresista le manifestó su interés para que le siguiera cobrando el sueldo a los integrantes de su UTL.
A esto se suma la declaración de otro testigo quien tuvo cercanía con el entonces congresista y ratificó que, en efecto, ejercía todo tipo de presiones para que sus colaboradores le entregaran parte de su salario.
Frente a esto, indicó el mismo modus operandi: entregaba el nombre de terceros y las cuentas bancarias. Fijando una fecha exacta para los pagos.
Los números bancarios y los registros de las consignaciones son pieza fundamental en este expediente.