El nombre de Rodrigo Granda, más conocido como el canciller de las FARC, ha desatado todo tipo de tormentas.

La primera ocurrió en diciembre de 2004 durante el gobierno de Álvaro Uribe, cuando fue capturado en la frontera colombo-venezolana, lo que desató una fuerte tensión diplomática con el entonces presidente Hugo Chávez.

Tres años después, en 2007, Granda –hoy de 72 años– fue liberado como un gesto del Gobierno con el presidente francés Nicolás Sarkozy para facilitar la liberación de los secuestrados políticos, entre ellos la franco-colombiana Íngrid Betancourt, quien finalmente fue rescatada en un operativo militar.

Ahora Granda fue capturado en Ciudad de México este martes, al parecer por una circular roja de Interpol activada por Paraguay, lo que promete desatar un nuevo conflicto entre el gobierno de Iván Duque y los desmovilizados de la guerrilla, que culpan a la Casa de Nariño de incumplir el Acuerdo de Paz.

RODRIGO GRANDA CON IVÁN MÁRQUEZ, MIEMBROS DEL SECRETARIADO MAYOR DE LAS FARC. LOS ACOMPAÑAN TAMBIÉN LOS COMANDANTES LUCÍA Y SANTRICH. FOTO: FARC NEWS | Foto: FARC NEWS

El excanciller de las FARC nació el 9 de abril de 1949 en la población de Frontino (Antioquia). Antes de entrar a la guerrilla, militó en el Partido Comunista Colombiano y posteriormente en la Unión Patriótica.

Granda, en su momento, pese a las evidencias, había negado que las FARC tuvieran vínculos con la droga. “Nosotros no tenemos relación con la cuestión de laboratorios. Nosotros hemos dicho que se cobra un impuesto en las áreas en las que se produce la coca; esto es, para los comerciantes que entran a vender y a comprar la coca para la reventa; pero la cuestión del tráfico, exportación, no la tenemos”, dijo en su momento a Blu Radio.

En La Habana, Granda formó parte de la mesa de conversaciones entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC.

Rodrigo Granda, Getty Images. (Photo by Sergio Felipe García Hernández/Anadolu Agency/Getty Images) | Foto: 2018 Anadolu Agency

El caso por el que habría sido detenido

El caso por el que habría sido detenido en México, según fuentes en Paraguay, tiene que ver con el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas Gusinky, hija del expresidente paraguayo Raúl Cubas Grau y de la senadora Mirtha Gusinky. El cuerpo sin vida de Cecilia fue hallado con signos de tortura.

Granda fue imputado por la fiscal antisecuestro paraguaya Sandra Quiñónez como cómplice del plagio y posterior asesinato de Cecilia Cubas.

Quiñónez afirmó en el expediente que Granda fue asesor de la banda de delincuentes que secuestró y asesinó a la joven, liderada por Osmar Martínez, quien cumple 25 años de cárcel más diez años de prisión como medida de seguridad para la sociedad.

Las evidencias de la participación intelectual de Granda, según Quiñónez, fueron encontradas en la memoria del computador móvil de Martínez, en donde figuran intercambios de correos electrónicos pidiendo y recibiendo instrucciones del líder de las FARC sobre cómo concretar el plagio.

El grupo armado que ejecutó el plagio y crimen pasó a llamarse, dos años más tarde, Ejército del Pueblo Paraguayo, y se dedica principalmente a los secuestros extorsivos en los norteños departamentos de San Pedro y Concepción.

La hija del expresidente fue capturada el 21 de septiembre de 2004 frente a su residencia y encontrada muerta el 15 de febrero del año siguiente, pese a que sus familiares habían pagado el rescate pedido por sus captores.