El enredo del general en retiro, Rodolfo Palomino, tiene casi una década en los expedientes de la justicia. Fue condenado por orden de la Corte Suprema luego de una larga investigación que advertía un tráfico de influencias del poderoso exdirector de la Policía.

Los magistrados hallaron penalmente responsable al general Palomino y lo condenaron a la pena de siete años de cárcel, en una decisión que está pendiente de leerse, pero que anticipó una orden de captura en contra del exdirector de la Policía.

En la mañana de este lunes el general llegó hasta el Centro de Estudios Superiores de la Policía (Cespo), en el noroccidente de la ciudad, y se entregó informando que tenía una orden de captura en su contra, emitida por la Corte Suprema de Justicia y en cumplimiento de la sentencia condenatoria que aseguró no entender, pero sí respetar.

“Siempre he respetado y acatado las disposiciones de la justicia, así no las comparta, por eso mismo esta mañana me presenté voluntariamente ante el CTI para seguir atendiendo los requerimientos judiciales como corresponde”, dijo el oficial previo a entregarse a las autoridades.

La historia de ese tráfico de influencias, que se convirtió en una condena, recuerda que el general Palomino estuvo en la oficina de una fiscal pidiéndole evitar procedimiento de captura en contra de una persona procesada en ese despacho, lo que la delegada del ente acusador consideró una grave intromisión del alto oficial que, en ese momento, se desempeñaba como director de la Policía.

“Produjo una grave lesión al bien jurídico protegido con la conducta descrita en el artículo 411 del Código Penal, pues en ejercicio de su función atentó contra el Estado que representaba y causó así una defraudación a la administración pública y en especial a la confianza de la funcionaria judicial indebidamente influenciada”, dijo la Corte Suprema de Justicia en su momento.

Con la sentencia condenatoria también hubo un salvamento de voto de un magistrado en la Corte Suprema de Justicia y que advirtió cómo la conducta, aunque fue grave, no cumplió con el objetivo principal, y es que se hubiese evitado la captura de la persona y por la que supuestamente el general Palomino estaba abogando.

“Si bien la conducta fue grave, no causó ningún daño material, pues la señora Fiscal no acató lo que le sugirió, al punto que esto fue tema de controversia. La defensa propuso la teoría del delito imposible y además, pese a la negativa de la fiscal, el general no ejecutó acto alguno para impedir o entorpecer el operativo de capturada de Gallo Restrepo”, señala el salvamento de voto.

El general (r) Rodolfo Palomino, exdirector de la Policía, en audiencia en la Corte Suprema. | Foto: No

Luego de la entrega del oficial en retiro, la Corte Suprema de Justicia tendrá que definir cuál será su sitio de reclusión, que seguramente será el mismo lugar donde se presentó y donde también otros oficiales han pagado sus condenas.