Sobre el mediodía de este miércoles 29 de junio, la tensión a las afueras de las instalaciones de la cárcel de Tuluá se intensifica cada vez más, luego de que se conociera sobre una posible evacuación de los internos que salieron ilesos tras el trágico incendio que ocasionó la muerte de 51 personas que estaban adentro del reclusorio.

El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) no descarta el traslado de los reclusos. Sin embargo, la decisión estaría condicionada a las conclusiones de un estudio que adelantan los técnicos de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec).

Así las cosas, si las condiciones de seguridad no están dadas, en las próximas horas iniciaría el movimiento de los privados de la libertad a otras sedes de la institución. Esta decisión ha generado inconformismo en los familiares, quienes se encuentran en el portón de ingreso del reclusorio, bloqueando el paso y aseguran que no van a dejar trasladar a los presos.

Ante esta situación, SEMANA conversó con la esposa del recluso identificado como Jeison Estiven Vidal Cardona, quien se encuentra en el pabellón 8 y aseguró que les dijeron que serán trasladados a otros centros de la región por las condiciones que se encuentran allí adentro.

“Los tienen callados a ellos, obviamente tienen que decir que están bien, solo me dijo: “hola, amor, estoy bien, lo único que necesito es ropa, las amo mucho”. No sabemos si tienen rasgaduras, no sabemos nada”, comentó a esta medio la mujer.

Así mismo, la esposa del recluso, quien desde hace ocho meses se encuentra privado de su libertad, mencionó que solo los dejaron hablar por tres minutos vía telefónica, pero desconoce en qué condiciones se encuentra su ser querido.

“Claro, los tienen callados para irlos a trasladar a otro lado, ese es el problema; es que aquí es peor y los llegan a mandar para otro lado que sí los pueden matar”, aseguró la angustiada mujer en SEMANA.

Sin embargo, el director del Inpec, brigadier general Tito Yesid Castellanos, reveló que la medida extraordinaria se ejecutaría entre este miércoles y jueves, siempre y cuando los hallazgos sean avalados por el Consejo de Gestión del Riesgo y el Cuerpo Oficial de Bomberos.

“Si ellos dicen que toca clausurar [los pabellones], toca clausurarlos. Si eso sucede, habría traslado. Eso se sabe cuando se termine de hacer la revisión. Tenemos dos conceptos, necesito que ellos me hagan el tercero, me dejen por escrito y tomar la decisión”, comentó el director.

La medida urgente cobijaría a las celdas del pabellón 8, espacio de primera generación que fue edificado hace más de 50 años y no tiene sistemas contraincendios.

A las instalaciones de la cárcel de Tuluá ya llegaron los buses del Inpec, que se encargarían de transportar a los presos que no tuvieron afectaciones tras el voraz incendio que consumió uno de los pisos del centro de mediana seguridad.

Sin embargo, los familiares de los reclusos mostraron preocupación por esa inminente determinación, dado que no tienen información detallada de cómo se encuentran sus allegados.

Si bien las autoridades dieron cuenta de que están bien, solicitaron pruebas fotográficas donde se verifique la información. Una de las voces inquietantes es la de Carolina Cardona, esposa de Abelardo Villa González, quien está en la lista de sobrevivientes.

“Ahora después de la tragedia, estoy muy preocupada porque no nos dicen nada. Simplemente que estemos tranquilas y que está en la lista de sobrevivientes, pero nada más. Yo necesito saber si no tiene un rasguño, si no le pasó nada y si necesita algo porque lo perdieron todo”, afirmó la mujer.

El director del Inpec respondió que no están autorizados para tomarle fotografías ni videos a los privados de la libertad. No obstante, informó que los familiares hablaron con los ilesos.

“Ya estamos normalizando el tema de las llamadas nuevamente. Ayer se les permitió llamar a todos. Hasta salieron noticias falsas, eso fue contraproducente”, concluyó el brigadier general Tito Yesid Castellanos.