En Urabá esperan con preocupación la entrada en operación de Puerto Antioquia, una de las cinco terminales marítimas que cambiará para siempre a esa subregión compuesta por municipios como Turbo, Apartadó, Carepa y Necoclí, entre otros.
El proyecto está ubicado en el Golfo de Urabá, a cuatro kilómetros del corregimiento de Puerto Colonia, municipio de Turbo.
SEMANA lo recorrió, gracias a una invitación de Comfenalco. Para llegar a él hay que ir desde Medellín o Bogotá, aterrizar en el aeropuerto Antonio Roldán Betancur, trasladarse en carro hasta Apartadó y llegar al muelle de Zungo, desde donde se aborda un bote para atravesar el río León y salir al Golfo en unos cuantos minutos.
Allí, en medio del mar, se ve la imponente infraestructura compuesta por un viaducto que lleva a la plataforma en la que se erigen tres enormes grúas de 12 metros de altura.
Ellas se encargarán de mover los 7 millones de toneladas de carga que llegarán cada año al puerto, lo que lo hará el más importante de Colombia en el Caribe, el cual contará con casi la tercera parte de la capacidad del de Buenaventura, que alcanza las 18,9 millones de toneladas por año.
Sin embargo, ese panorama que tiene esperanzada a la región con la generación de empleo y como un motor de desarrollo económico y social no sucedió el primero de noviembre, como se había anunciado, y ahora en la cabeza de líderes, trabajadores y hasta del mismo alcalde de Turbo, Alejandro Abuchar, rondan varias preguntas, que se traducen en los retos que tiene el proyecto de infraestructura, uno de ellos saber cuándo será realmente el inicio de la operación.
Pero ni para el alcalde ni para el proyecto es claro. Desde Puerto Antioquia -cuyo nombre real es Puerto Bahía Colombia de Urabá- aseguraron que la fecha se comunicará oportunamente, pues aún faltan algunas obras por culminar y algunos requisitos técnicos y normativos por cumplir.
Y el mandatario, en diálogo con SEMANA, dijo que la gerencia del puerto no les ha notificado cuándo se tiene prevista la apertura. “Para mí lo más preocupante es que no se haya resuelto el tema de la vía”.
Ese, precisamente, es otro de los retos importantes que tiene el proyecto. Se trata de una vía por la que deberán pasar las cerca de 1.000 tractomulas que se espera ingresen a diario a Puerto Antioquia.
“Una de las dificultades de la planeación del puerto es haberlo empezado a construir sin haber definido cómo se iba a hacer la vía de acceso, que está a la altura del corregimiento de Río Grande y termina en el casco urbano de Nueva Colombia, es de entre 18 y 20 kilómetros que llevarán las mulas al puerto”, dijo Abuchar.
Hoy en día, aseguró el alcalde, es una trocha. “Tiene un litigio territorial, no sabemos si es privada o le pertenece al predial bananero o si se incluye en el inventario del distrito de Turbo, de todas maneras nosotros como administración hemos decretado (vía expropiación) la utilidad pública de la vía, para que no tenga ningún tipo de complicación a la hora de construirse, pero creo que a tres meses de iniciar operaciones portuarias no se tiene claro qué va a pasar con la vía de acceso al puerto, es un atraso”, explicó.
La construcción de ese tramo, estima el mandatario, podría tardar entre 10 y 16 meses, “desde el momento en que se gestionen los recursos”, y podría costar entre 90 mil y 130 mil millones de pesos, pues debe considerarse que los dueños del proyecto deben contemplar la construcción de “una variante que va desde el corregimiento hasta el viaducto del puerto, que son 4 kilómetros”, según Abuchar.
“Esta vía se tiene que planear, planificar y diseñar no solamente para el transporte sino para todos los trabajadores y comunidades que entran y salen a los dos corregimientos, incluyendo también la comunal San Jorge que tiene gran impacto por sus cultivos bananeros”, explicó Abuchar.
“Lo más preocupante es que el trabajador bananero particularmente se desplaza en bicicleta, y no queremos que esa nueva vía sea diseñada a espaldas de la comunidad o en contravía de las comunidades, porque puede ocurrir lo que está pasando hoy en las autopistas de Urabá, que tenemos más muertes por accidentes de tránsito que por homicidio”, agregó.
Ahora, tras conversar con el alcalde Abuchar y con otras personas en la zona, SEMANA conoció que Puerto Antioquia no es el único puerto en desarrollo en ese lugar.
También están proyectados Puerto Pisisí, Puerto Cirilo, Puerto Darién y uno que está en boca de empresarios y líderes de algunas comunidades étnicas: Puerto Progreso.
“Ya llegó solicitud a través de la ANI para emitir concepto a través del distrito de Turbo; quedará contiguo al de Puerto Antioquia”, contó Abuchar.
Esa iniciativa se dio entre algunos empresarios que no fueron tenidos en cuenta en la participación de Puerto Antioquia y algunos consejos comunitarios de Urabá.
Y aunque no se conoce la fecha exacta de su inicio de operaciones, el más próximo para comenzar a mover carga es Puerto Antioquia, que tendrá una capacidad para recibir al mismo tiempo cuatro buques y entre 200 y 300 semanales, que inicialmente traerán al país automotores, graneles secos como graneles secos el maíz y la soya, o que permitirán exportar banano, plátano, aguacate, café, cacao y flores.
SEMANA conoció que la operación a tope del Puerto Antioquia podría dejarle solamente al municipio de Turbo 11 mil millones de pesos mensuales por concepto de regalías, sin contar la dinamización de la economía en términos de turismo y labores alrededor de la operación marítima.
Pero el alcalde Abuchar prefiere ser cauteloso y admite que, por ahora, solo cuenta con los recursos que le permitirán la construcción del plan maestro de alcantarillado de Nueva Colonia, con una inversión cercana a los 112 millones de pesos, el cual comenzará obras en el primer trimestre de 2026.
Toda esa dinámica en torno al nuevo puerto ha generado otra serie de necesidades en la región, por ejemplo la formación para el empleo.
Alexander Calderón, directivo Integra, una de las compañías socias de Puerto Antioquia, habló con SEMANA y contó cómo ha formado laboralmente a más de 1.000 jóvenes.
“Lo hacemos desde el Instituto técnico Itea, que está desarrollando carreras técnicas portuarias, se ha capacitado más de 1.000 jóvenes para sacarlos de la violencia”, dijo.
No obstante, el alcalde de Turbo cree que no es suficiente y pide que el Servicio Nacional de Aprendizaje aterrice en su territorio.
“Es que estamos mal de tiempo para esas obras complementarias, le hemos hecho un llamado al SENA, que se tiene que instalar en Turbo, porque tenemos una nueva vocación, que es turística, portuaria, y no hemos visto esos programas para preparar a los jóvenes, a los adolescentes en esta nueva vocación”, señaló.
Por su parte, Osman Mora Guisao, gerente regional de Comfenalco, hizo un llamado a los colombianos para que vean a Urabá con otros ojos.
“Urabá es resiliencia, oportunidades, prospectiva de país, de región, se está consolidando como un hub logístico”, manifestó.
Sin embargo, también hizo un llamado de atención: “Es importante el agua, el riego, avanzar en el proyecto Sable, que se está haciendo para recuperar el agua del río León y poderle dar agua a los municipios del Eje bananero”.
Y recordó que en Urabá hay 10 mil hectáreas en palma de aceite, otro tanto en maracuyá, piña, cacao y palma de coco, “productos agrícolas que están detonando la región en temas productivos, así como la ganadería, que tiene uno de los renglones más importantes del país, por estar libre de aftosa: tiene tres subastas ganaderas, lunes, miércoles y viernes”.