Tras los apagones generalizados que afectan desde días pasados al centro y sur del estado de Carolina del Norte, en Estados Unidos, las autoridades locales anunciaron el inicio de una serie de investigaciones formales que están orientadas a esclarecer si estos fueron el resultado de manos criminales.

En ese sentido, según explicó a medios locales el Sheriff del condado de Moore, el hecho se estudia bajo la figura de ‘acto criminal’, advirtiendo además que con este apagón se vieron afectados cerca de 45.000 usuarios en todo el Estado durante la noche del pasado sábado, e incluso, en algunos sectores del territorio, aún no se ha logrado restablecer totalmente el servicio.

Las primeras versiones entregadas por las autoridades apuntaron a que los hechos se habían derivado de vandalismo, sin entregar mayores detalles sobre lo ocurrido, y lamentando que la falla eléctrica también tuviese que derivar en problemas de las redes de aguas residuales, pues sus estaciones de bombeo también quedaron fuera de servicio producto del apagón.

Esta situación sirvió de escenario para que, debido a la falta de visibilidad, también ocurrieran varios accidentes automovilísticos en las vías.

Por eso, las autoridades decidieron aplicar toques de queda, pidiendo a los ciudadanos resguardarse en sus hogares para evitar más accidentes.

En medio de las investigaciones, y luego de constatar que los daños que derivaron en las afectaciones del fluido eléctrico, se presentaban en varias subestaciones de la zona, con rastros de lo que medios locales recogieron como ‘vandalismo internacional’, el FBI también anunció su adhesión a las tareas de investigación.

Medios locales han referido frente al particular que algunas de las estaciones afectadas fueron vulneradas por la existencia de disparos de arma de fuego en su contra.

En ese sentido, el sheriff del condado de Moore, Ronnie Fields, también advirtió en declaraciones recogidas por medios locales que “la persona o personas responsables sabían exactamente lo que estaban haciendo”, a la vez que aclaró que lo acaecido no es producto del azar.

No obstante, según las mismas autoridades, de momento, ningún grupo se ha atribuido la autoría de lo ocurrido.

Debido a que el corte de fluido eléctrico se ha extendido más allá de lo previsto, las autoridades locales en Carolina del Norte han decidido extender la medida de toque de queda que viene operando desde el pasado domingo, por lo que la libre circulación está prohibida entre las 9:00 p. m. y las 5:00 a. m. del día siguiente, advirtiendo que la estrategia está orientada a proteger a los ciudadanos y empresas en medio de la contingencia.

En consecuencia, el pasado lunes 5 de diciembre la totalidad de las escuelas del condado afectado tuvieron que permanecer cerradas, mientras que las autoridades han dispuesto refugios que logran ser abastecidos de electricidad a través de un generador.

En las calles, según recogen medios locales, el caos prima debido a que debido a la falta de fluido eléctrico los semáforos se han visto comprometidos y no se encuentran funcionando, mientras que el comercio y los establecimientos gastronómicos también han sufrido fuertes pérdidas producto de la situación.

Otro de los flancos que genera preocupación se refiere a la necesidad de la calefacción, en momentos en los que el invierno ya ha comenzado a ser perceptible, e incluso en algunos sectores la sensación térmica está por debajo de los cero grados, por lo que la alerta emitida por las autoridades también apunta a la necesidad de ahorrar combustible, pues no se sabe qué tan prolongada será la situación.

Dentro de las poblaciones que también han manifestado preocupación, según advierte CNN, es la de las personas que dependen de estar conectadas a fuentes de suministro de oxígeno, quienes debido al apagón han quedado sin el servicio de sus concentradores.