Como es habitual, los integrantes del Congreso de la República, es decir, senadores y representantes a la Cámara, tendrán un nuevo ajuste salarial.
Después de que las dos corporaciones aprobaran el Presupuesto General de la Nación del gobierno del presidente Gustavo Petro para 2026, el Ministerio de Hacienda expidió el Decreto 1092 del 16 de octubre, en el que se les da la buena noticia a los legisladores.
“Reajuste asignación mensual miembros del Congreso. A partir del 10 de enero de 2025, la asignación mensual de los miembros del Congreso de la República se reajustará en siete por ciento (7 %)”, dice el documento.
Esto quiere decir que los congresistas recibirán un retroactivo nueve meses en el salario de noviembre, y el salario pasará de $ 48.142.474 a $ 51.512.447.
El decreto, que está firmado por el ministro de Hacienda, Germán Ávila, asegura: “Las Oficinas de Pagaduría de la Honorable Cámara de Representantes y del Honorable Senado de la República expedirán la certificación detallada de los emolumentos que, en virtud del reajuste salarial fijado en el presente decreto, devenguen los miembros del Congreso para la vigencia fiscal del presente año”.
En el decreto se argumenta que la decisión se tomó después de que el contralor Carlos Hernán Rodríguez emitiera el certificado con el que se reajusta la asignación a los miembros del Congreso.
Este reajuste salarial, que es habitual en el Congreso de la República, se da cinco meses después de que el Senado hundiera una iniciativa que buscaba poner un tope de 20 salarios mínimos legales mensuales a todos los senadores y representantes.
Esa iniciativa se radicó en enero de 2025 con el respaldo de 57 legisladores, pero naufragó el 28 de mayo en dicha corporación.
En varias ocasiones se han presentado proyectos en este sentido, pero nunca han podido salir adelante por cuenta de la falta de ambiente político.
El Pacto Histórico prometió reducir el salario de los congresistas durante la campaña, pero no ha logrado su objetivo.
Pero si el sueldo de un congresista lo sorprende, hay otros privilegios que reciben y que al sumar cada mes por el número de senadores y representantes (294), las cifras de los gastos para mantener el Congreso son astronómicas. A eso se debe sumar las primas de Navidad y las vacaciones que se calculan sobre la asignación básica.
Cada senador y representante cuenta con 50 salarios mínimos vigentes para contratar su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL), es decir, cada congresista contará con aproximadamente $ 71.175.000 en 2025 para contratar a sus asesores. Sobre este punto, algunos de ellos conforman los equipos con grandes profesionales en distintas áreas, pero otros los usan para contratar amigos o parejas sentimentales, como el caso de Susana ‘Boreal’, del Pacto Histórico, quien decidió contratar en algún momento a su novio.
Para el funcionamiento de la UTL, la Cámara y el Senado deben garantizar todo el mobiliario y equipos para que las oficinas de los congresistas estén en perfectas condiciones.
Además, cada congresista, excepto los de Bogotá, reciben dos tiquetes aéreos semanales para que puedan trasladarse desde sus regiones al Capitolio Nacional. Para garantizar este servicio, se firman millonarios contratos con la finalidad de contar siempre con la disposición de los pasajes.
Pero ahí no termina la lista de privilegios, ya que cada congresista, mínimo, cuenta con dos camionetas blindadas y un esquema de seguridad, para lo cual también se firman millonarios convenios interadministrativos con la Unidad Nacional de Protección (UNP), con el fin de garantizar la seguridad de los legisladores.
En el caso de las mesas directivas, el número de camionetas puede aumentar o en algunos casos especiales en los que el nivel de riesgo es mayor.